15 cosas que hacer en Hanoi en dos días

Dicen que Hanoi es una de las pocas capitales asiáticas que aún conserva la esencia de antaño y lejos de ser una estación base para visitar los lugares más importantes del país, se convierte en una de las mejores partes del viaje.

Con esta idea llegamos a la capital de Vietnam, siendo la primera parada del viaje y encima nuestra primera experiencia en Asia.

Ya os adelantamos que Hanoi superó todas las expectativas. De hecho, el «shock» cultural fue tan grande, que decidimos hacer un post contando cómo se estimularon cada unos de nuestros sentidos.

Una ciudad que de primeras te abruma y que en cierta manera te puede desilusionar, pero rápidamente, como por arte de magia, te empieza a atrapar hasta caer rendido a ella, asumiendo que le vamos a dedicar menos tiempo de lo que se merece.

Te encantarán sus mercados callejeros, sus templos escondidos, su famosa comida callejera, sus gentes e incluso su caótico tráfico.

Para una primera toma de contacto de la ciudad, os recomendamos que os apuntéis a este free tour.

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A nuestro entender, no te puedes ir de la capital de Vietnam sin hacer como mínimo éstas 15 cosas:

1. Perderse por su barrio antiguo

Imposible no comenzar el recorrido por Hanoi sin perderse por su barrio antiguo, el lugar donde pasarás buena parte de tu estancia en la ciudad.

No te dejes llevar por su nombre, imaginándote un barrio tranquilo con casas antiguas y un ambiente tradicional. Por desgracia esto dejó de ser así hace muchos años, siendo ahora un barrio lleno de hoteles, agencias de viajes y tiendas de souvenirs que se mezclan con restaurantes, antiguas tiendas y cientos de puestos callejeros.

No obstante, si quieres hacerte la idea de como eran éstas casas tradicionales, en la calle P Ma May, está Ngoi Nha, una antigua casa de mercaderes muy bien restaurada, con la madera bien conservada y un bonito patio interior (precio: 5.000 VND).

Lo curioso, es que el barrio, lejos de no gustarte, te engancha y una vez que le coges el pulso, querrás descubrir todos sus rincones.

Antiguamente se le conocía como el barrio de los artesanos ya que a lo largo de sus 36 calles, cada gremio se establecía exclusivamente en una de estas calles. Por suerte, aún se siguen conservando algunas, como la calle de la hojalata (P Thuoc Bac);

la de los herreros (P Lo Ren);

la del bambú (P Hang Vai);

e incluso la de las lápidas (P Hang Bac).

Hay unas cuantas más, pero esas te las dejo para que las descubras por tu cuenta. 🙂

2. Retroceder en el tiempo visitando el Templo de la Literatura

Este oasis en medio del caos de Hanoi es uno de los rincones más bonitos de la ciudad y de los pocos ejemplos de arquitectura tradicional que se han conservado en buenas condiciones.

Dentro del recinto te esperan unos preciosos jardines cuidados al más mínimo detalle, amplios patios y por supuesto templos, siendo el último el más grande y bonito.

Imposible no enamorarse de los pequeños detalles, como las puertas rojas de madera que dan accesos a los patios;

las jarras llenas de incienso;

o los tejados puntiagudos al más puro estilo oriental.

¡Precioso!

El recinto, dedicado a Confucio, fue fundado en el año 1070 y pocos años después se convirtió en la primera universidad del país a la que solo podían ir los hijos de los nobles. Siglos más tardes se eliminó esta restricción y las mejores mentes del país ingresaron dentro de sus muros, estudiando las bases del confucionismo, la literatura y la poesía.

El nivel era tan alto, que pocos conseguían la máxima nota, un honor tan grande, que los nombres de todos aquellos que lo consiguieron se grabaron en 116 losetas de piedras, aunque hoy día solo se han conservado 82.

Con todo este ambiente tan académico, no es de extrañar que sea el destino predilecto para hacerse las fotos de graduación, sea cual sea la promoción.

Y así fue en nuestra visita.

No os podéis imaginar la cantidad de estudiantes que habían en el recinto, sobre todo las chicas, que llevaban unos vestidos tradicionales bastante pintorescos. Lo que en un principio veíamos como un problema, se convirtió en una fuente de bonitas fotos.

¡Quedaron preciosas!

Como podéis ver, el Templo de la Literatura es visita obligada en Hanoi.

  • Horario: 8:00 a 17:00
  • Precio: 30.000 VND

3. Explorar sus mercados callejeros

Las calles de Hanoi no serían lo mismo sin sus conocidos mercados callejeros, un caos ordenado que no deja indiferente a nadie.

Siendo aficionados a la fotografía y con lo que nos gusta mezclarnos con la gente local… ¡nos encantó!. De hecho, fue lo que más nos gustó de la ciudad.

Estos mercados son una fuente inagotable de fotos, gracias a la escenas sencillas y cotidianas; la espectacularidad del genero, con los pescados vivos, la carne, la coloridad de la fruta fresca, y por si fuera poco, los cientos de motos y bicicletas que pasan rozándote por todos lados.

¡Una locura!

Uno de ellos es el que está en los alrededores del mercado de Dong Xuan, abarcando toda la calle P Thanh Ha, donde a lado y lado de la acera se suceden los puestos ¡a cual más pintoresco!

¡Asia en todo su esencia!

4. Probar el café con huevo

¿Café con huevo?

Sí, y además riquísimo.

En Hanoi el café es casi como una religión y hay cafeterías por todos lados, aunque las mejores, están escondidas. Así pues, hay que ir con algunas ya apuntadas desde casa o que alguien te las recomiende.

Si bien hay café normal por todos lados, ¿te vas a ir de Hanoi sin probar uno de las cafés más originales del mundo?.

El café con huevo (cà phê trúng) se originó allá por los años 40 cuando a un camarero, en plena escasez de leche, se le ocurrió echarle huevo al café, algo que fue todo un acierto.

Si quieres probar el original, ve al Giảng Cafe (39 Nguyen Huu Huan), donde Nguyen Van Dao, hijo de aquel camarero, guarda con recelo la receta secreta.

Aquí os dejamos otras cafeterías que tienen muy buena reputación:

  • Café Duy Tri: 43 P Yen Phu
  • Cafe Pho Co: 11 P Hang Gai
  • Cong Caphe: cadena con establecimientos por toda la ciudad.

5. Alucinar con las vías del tren entre las casas «tubo»

Sin duda uno de los rincones más extraños y fotogénicos de la ciudad.

Se trata de unas vías del tren que pasan por una calle muy estrecha en el que apenas caben los vagones y por mucho que te extrañe, vive más gente de lo que podrías imaginar.

Sobre estos railes sus vecinos hacen la comida, tienden la ropa, tiran la basura e incluso dejan que sus niños pequeños jueguen sin importarles lo más mínimo.

Y sí, el tren pasa como mínimo un par de veces al día.

Si bien las vías recorren toda la ciudad de punta a punta, la parte que bordea al barrio antiguo es la más sencilla de encontrar. La mejor forma es empezar desde poco antes de la estación principal de trenes, en el cruce de la calle Lê DuẩnNguyễn Khuyến. Desde allí os recomendamos que sigáis por ella hasta que os canséis, pero con cuidado, ¡vaya que pase el tren!.

6. Tomar una Bia Hoi

Y si te decimos que en Hanoi te puedes beber una cerveza por apenas 0,20€, ¿te lo creerías?.

Pues sí y es algo que tienes que hacer sí o sí en tu visita a Hanoi.

Se trata de una cerveza casera que se consume al momento. No te vamos a engañar, la cerveza no es ni mucho menos una maravilla, de hecho es bastante flojilla. Pero oye, por ese precio y con el calor que habitualmente suele hacer en la ciudad, «a glass of Bia Hoi» se agradece mucho.

Puedes tomarte una Bia Hoi en cualquier punto de la ciudad, aunque el más conocido es el llamado «cruce de Bia Hoi» (P Ta Hien y P Luong Ngoc Quyen) a rebosar de bares y por supuesto, de turistas.

Fue aquí cuando vivimos una de las escenas más curiosas del viaje que nos hizo entender como funciona este país. Íbamos buscando un lugar para tomarnos una Bia Hoi y un vietnamita nos ofreció que nos sentáramos en la «terraza de su bar». Su bar no era más que el escalón de un portal con varios bidones de cerveza y un par de mini sillas de plástico. Nos miramos sin saber que hacer y dijimos: venga va nos tomamos una. Allí nos sentamos en medio de la acera rodeados de gente bebiendo cerveza la mar de tranquilos hasta que el «camarero», de buenas a primeras, nos quita la cerveza. Nosotros, sin tener idea de lo que estaba pasando, vimos que el resto de locales hicieron justo lo mismo. De pronto, aparece una furgonetilla con cuatro agentes de la policía, se acercan al bar de enfrente en el que había un par de despistados con la cerveza y se llevan un par de sillas a modo de castigo. Se vuelven a subir a la furgoneta y cuando aun no se han ido, todo el mundo vuelve a sus sitios con la cerveza en la mano como si no hubiese pasado nada. 🙂

7. Visitar al «Tio Ho» en su mausoleo

Hablamos de Ho Chi Minh, el padre de la nación de los vietnamitas, casi un Dios para ellos (o eso hacen aparentar).

No hay que olvidar que Vietnam sigue siendo un país comunista y por consiguiente, tiene las particularidades de éstos. Una de ellas, es la de crear un mausoleo al padre de la nación y si Rusia tiene a Lenin o China a Mao, ellos no iban a ser menos. En contra de la última petición de Ho Chi Minh, que quería que lo incinerasen, su cuerpo fue embalsamado y expuesto en el gigantesco mausoleo de la también inmensa plaza Ba Dinh.

Convertido en un lugar de peregrinaje para los vietnamitas, no deja de ser uno de los lugares más kitsch para los turistas. Eso sí, ni se os ocurra hacer el pamplina o cualquier estupidez que solemos hacer los turistas (no dejan ni sentarse en el suelo).

Recuerda que es un lugar de respeto y admiración, y las fuerzas de seguridad que allí hay se encargarán de que así sea.

  • Gratis
  • Horario: 8:00 a 11:00

8. Conocer la Pagoda de Pilar Único

Aprovechando la visita al mausoleo, justo detrás hay otro de los iconos de Hanoi: la Pagoda de Pilar Único (Chùa Một Cột).

Como podéis adivinar por su nombre, lo más característico de este templo Budista es su estructura, hecho a conciencia para semejarse a una flor de loto, siendo algo único en el mundo. El motivo de dicha forma viene por el emperador Ly Thai Tong, quien estaba obsesionado por tener un heredero al trono. Un día tuvo un sueño revelador en el que la diosa madre budista Avalokiteshvara le entregaba un niño mientras descansaba encima de una flor de loto. Poco después, el emperador consiguió su tan ansiado heredero y en agradecimiento, mando a construir la pagoda con esa peculiar forma.

  • Gratis
  • Horario: 8:00 a 11:30 y 14:00 a 16:00.

9. Descansar del ruido en el Lago Hoan Kiem

No hay nada mejor para desconectar de todo el tráfico y el bullicio de la ciudad que dando un agradable paseo por su lago más famoso, algo a los que los vietnamitas también se apuntan, sobre todo a las 6:00 AM para practicar taichí en sus orillas.

Cuenta la leyenda que en el siglo XV el cielo envió al emperador una espada mágica para expulsar a los chinos de Vietnam. Cuando lo consiguió, una tortuga dorada se llevó la espada y se sumergió en las profundidades del lago para devolverla a los seres divinos. De ahí el nombre del lago Hoan Kiem, lago de la Espada Recuperada y de la pequeña torre que hay en su interior, Thai Rua (torre de la Tortuga).

En su interior también hay una pequeña islita que alberga el templo de Ngoc Son, templo al que se puede llegar a través de un pintoresco puente de madera (puente de Húc) que lo iluminan por la noche.

Sin duda, esta postal es la más icónica de la ciudad.

  • Precio (Templo Ngoc Son): 20.000 VND
  • Horario (Templo Ngoc Son): 7:30 a 17:30

10. Deleitarse con su comida callejera

Hanoi y Vietnam en general, es una de las mecas mundiales del street food y por ello, no es de extrañar que para muchos, éste sea el principal motivo del viaje.

Será algo que comprobarás nada más poner un pie en la ciudad. Por todos lados, mires por donde mires, habrá alguien vendiendo algunos de los platos más típicos de la cocina vietnamita y ya avisamos que la variedad gastronómica es extensa. Lo mejor de todo es el precio, donde los platos raramente superan los tres euros. Muchos de ellos llevan décadas funcionando, habiéndose especializado en un solo plato con el que se han ganado la fama. Así que no le tengáis miedo a la comida y tampoco a la falta de higiene que algunos pueden llegar a ofrecer a simple vista. Si hay movimiento de gente, no hay peligro. 🙂

¡Sentaos en las típicas mini-sillas de plástico que hay por todos los lados y disfrutad del espectáculo!

Si por lo que sea queréis ir a lo seguro o simplemente por comodidad, podéis hacer como nosotros, consultar la Lonely Planet e ir a algunos de los puestos que recomiendan. Decidimos probar el Bún chả, (uno de los platos que hay que probar sí o sí en Hanoi) y siguiendo sus recomendaciones, fuimos a Bun Cha Nem Cua Be Dac Kim (67 P Duong Thanh), en lo que sería nuestra primera vez comiendo en Vietnam.

Lorena, que la comida asiática ni probarla, estaba asustada, viéndose comiendo hamburguesas el resto del viaje. Ese miedo duró lo mismo que tardó en zamparse el primer bocado del delicioso cerdo a la barbacoa y noodles de arroz que venían en la sopa.

El resto será una historia de amor entre la comida vietnamita y ella.

Sí, no exageramos: la comida en Vietnam es una pasada.

Si sois los que disfrutáis con la comida, podéis contratar este tour gastronómico por Hanoi para probar los platos más típicos.

Y por qué no, intenta aprender hacer alguno de ellos con una clase de cocina vietnamita.

11. Visitar el mercado de Dong Xuan

Ubicado al norte del barrio antiguo y construido por los franceses en el año 1889, es el mercado cubierto más grande de Hanoi. No es ni bonito ni limpio, pero el show mercantil que se forma aquí todos los días es digno de ver.

Lo mejor es subir a la primera planta y contemplar el bullicio en plena hora punta.

Cualquier cosa que busques lo podrás encontrar aquí: zapatos, ropa, artesanía, recuerdos, especias, comestibles, etc… Lo difícil será dar con ellos en el laberinto de cientos y cientos de puestos.

  • Horario: 7:00 a 21:00

12. Descubrir sus templos escondidos

En Hanoi no es fácil caminar un par de calles sin llegar a tropezar con algún templo y es algo que gusta mucho, porque entre tanto bullicio y caos, los templos se convierten en auténticos oasis de tranquilidad y relajación.

Es increíble que a pesar del ruido que hay fuera, dentro no se escucha nada, solo el breve murmullo de los fieles, sus sigilosos pasos y el sonido del gong. La tranquilidad te entrará por el cuerpo al instante.

El más conocido es el templo de Bach Ma, ubicado en pleno barrio antiguo y el honor de ser el más antiguo de la ciudad. Se trata de un pequeño templo budista muy simple y con una estética preciosa.

¿A que sí?

No obstante, si hay un templo que nos sorprendió, fue el de la calle P Hang Bac, pero ya te aseguro que no lo encontrarás si no vas con la dirección exacta por el simple hecho de ser un templo escondido en un casa. Tendrás que pararte en el nº 102 y verás un pequeño letrero en rojo.

Adéntrate por el oscuro pasillo del portal, sin miedo y déjate sorprender por esta maravilla que pasa desapercibida para la mayoría de los turistas.

Cuando entres no creerás lo que se guarda adentro y por supuesto, sube las escaleras ya que arriba está lo mejor.

Así es Vietnam, un país lleno de contrastes, en el que en apenas diez metros cambias prácticamente de mundo.

13. Aprender a cruzar la calle como los vietnamitas

Una de las primeras cosas que leerás sobre Vietnam será la de aprender a cruzar la calle.

¿Cómo?

¿Aprender a cruzar la calle?

Sí, algo tan simple como cruzar, puede convertirse en algo bastante complicado en la mayoría de las calles, sobre todo en las grandes ciudades como Hanoi.

El tráfico es horrendo, lo que viene siendo una jungla de motos, coches y bicicletas donde ninguno sigue una dirección o carril fijo. Vamos, que cada uno va por donde le da la gana.

Y ahí entras tú, el débil peatón acostumbrado a esperar a que alguien se pare en el paso de peatones bien bonito que hay pintado en la carretera. Hazlo y ya te aseguramos que te quedarás ahí de por vida. Aquí los pasos de peatones sirven de decoración, así que no queda otra que echarle valor, agudizar la vista y cruzar sin miedo. Despacio pero sin prisa. Poco a poco y verás como por arte de magia todos los vehículos te van esquivando, sobre todo las motos, que pasan a apenas a pocos centímetros de ti.

De paso, no vendría mal tomarse algo para que no te de un infarto. 🙂

14. Aprender a regatear

Comprar, comprar y más comprar.

Si te gustan las compras, estás de suerte: Hanoi es un paraíso para ello. Eso sí, de marcas falsas, donde los escaparates van cambiando según la marca de moda, y si en nuestro viaje todas las tiendas tenían mochilas NorthFake y Fjallraven Kanken (la marca del zorrillo), mañana serán otras. Pero a parte de la ropa falsa, hay muchas más cosas por comprar que realmente merecen la pena y si quieres salir airoso, tendrás que aprender a regatear.

Al principio es un fastidio y encima siempre tienes la sensación de que te están timando, pero oye, conforme pasan los regateos, uno le va cogiendo el tranquillo consiguiendo buenos precios.

A los vietnamitas les encanta regatear, siendo algo que forma parte de su forma de ser, así que no te sientas mal por bajar el precio, ellos siempre entraran en el juego.

Ahora bien, en el regateo, se firme y por supuesto no abuses, piensa que el vendedor se tiene que ganar la vida. Si das un precio muy bajo, directamente el vendedor se cerrará en banda y no habrá trato. Hazte a la idea que más o menos podrás bajar el precio a un 60 ó 70% de lo que te ofrece la primera vez, así que ve jugando con ese límite durante las tres rondas que suele haber (siempre empezando por un 40 ó 50%). La mejor ronda es cuando rechazas la oferta, te vas y el vendedor, ya a cierta distancia, te llama con su última oferta.

No falla. 🙂

¡Suerte con el regateo!

15. Y por supuesto, comportarse como un vietnamita más

«Donde fueres haz lo que vieres»

Y no me refiero a que vayas escupiendo por la calle como hacen ellos. 🙂

Como siempre decimos, piérdete por sus rincones menos conocidos, evitando las típicas trampas para turistas, conversa con la gente local e incluso si te atreves, suelta alguna palabra en vietnamita. Ellos apreciarán el esfuerzo y sobre todo, te devolverán un buena sonrisa.

Levántate temprano como ellos (recuerda que a las 6:00 AM ya es hora punta) y coge fuerzas para el resto del día con un buen plato de sopa Phở.

Se respetuoso en los templos, manteniendo el silencio; interésate por su cultura; y descubre el por qué de sus manías.

En definitiva, no seas el típico turista que llega a la ciudad para hacerse tres o cuatro fotos en los monumentos más importantes e irse.

Ve más allá y verás como lo agradecerás.

¿Te faltan más motivos para conocer Hanoi?

¡Para nosotros no!

11 comentarios en “15 cosas que hacer en Hanoi en dos días

  1. ¡Súper guía de Hanoi! Me ha encantado y las fotos son muuuy top 👏 oye me he quedado muerta con lo del café con huevo, y si además decís que está rico, tengo que probarlo sí o sí, el barrio de los artesanos muy chulo y los mercados qué voy a decir ¡me pirran! ¡Quiero ir!

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    1. Muchas gracias! Y sí, lo del Café con huevo nos quedamos nosotros igual, pero estaba muy bueno. Es como si llevase leche condensada. 🤣 Y Hanoi en general Mila muchísimo y esto es sólo una parte de una ciudad gigantesca. ☺️ Un abrazo!

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  2. deeuskadizalmundo 22 febrero, 2018 — 9:15 am

    ¡A nosotros nos encantaría seguro! Nos encanta regatear, los templos, los mercados…¡Y comer! Lo que no vemos claro es ese café con huevo… (¿Estaba bueno de verdad?) y lo de cruzar a lo loco con miles de motos,.. Lo hemos hecho cuando vivíamos en Napoles… ¡Pero es una locura!

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    1. Una ciudad increíble. Y lo del café con huevo, muy muy bueno. ¿Quién lo diría? 🤣 Y también os decimos que cruzar al final se convierte en una aventura que mola mucho! 😂😂 Un abrazo pareja!! ☺️

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  3. Ya sabéis que estamos barajando la opción de ir a Vietnam el próximo mes de octubre, así que este artículo se va directo a nuestra carpeta de favoritos… 😉
    Si finalmente vamos a Vietnam, intentaremos cumplir las 15 cosas. Aunque lo de regatear se nos da fatal, lo compensaremos de sobra con nuestra afición por comer en puestos callejeros, jejeje. También intentaremos hacer unas fotos como las vuestras, pero está difícil, jaja.

    Saludos.

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    1. Si!! Y cuánto nos alegra! Ojalá os decidáis por este destino y estaremos encantado ayudaros en los preparativos. Y lo de comer… ya os digo que la comida se pasa de buena y encima es sana y barata. ☺️ Un abrazo!

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  4. Hanoi para mi es una ciudad muy loca!! De las mas locas que he estado diría yo, jejejej. Pero me encanta la gente y su gastronomía. Allí pasamos muy buenos ratos!!
    Chicos enhorabuena por el post, pero sobre todo por las fotos!!

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    1. Ohh muchas gracias! Y si Hanoi es muyyyy loca! Pero que encanto tiene y como aún conservas muchas de sus tradiciones. De nuevo daros las gracias! ☺️☺️☺️ Un abrazo!

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  5. Post absolutamente perfecto – le añadís los horarios del tren y ya es para daros un premio… O 5. Maravilloso, gracias !

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    1. Muchas gracias! Nos alegra escuchar esto. No pusimos los horarios de tren porque no lo sabemos y además, en Vietnam varían mucho! 😅😅😅 Disfrutad mucho del viaje!

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