15 cosas que ver y hacer en Fez

Si bien es cierto que Rabat es la capital de Marruecos y Marrakech su ciudad más turística, Fez se considera como la auténtica capital cultural y espiritual del país. Una etiqueta que veréis siempre repetida en cualquier artículo sobre esta histórica ciudad.

Fez fue la primera gran urbe de Marruecos, fundada por Idris I (creador de la primera dinastía imperial) en el año 790 y con el objetivo de convertirla en el corazón espiritual del islam. Aunque falleció antes de ver culminada su obra, su hijo, Idris II cumplió su voluntad.

La ciudad creció rápidamente sobre todo por las familias árabes que huían de Córdoba y Kairuán (Túnez). Así fue como filósofos, eruditos, matemáticos y todo tipo de mentes sabias coparon sus calles entremezclados con artesanos y mercaderes que venían desde cualquier parte del mundo. Y curiosamente, tras tantos siglos, de alguna manera aún perdura ese ambiente.

Hoy día, es una de las 4 ciudades imperiales (junto con Rabat, Marrakech y Meknes) y para muchos, la ciudad más marroquí de todas.

La visita a Fez se centra básicamente en su impresionante medina (Fes el-Bali), la mejor conservada del mundo árabe y que posee el título de ser la zona peatonal más grande del mundo.

Poca broma con su laberinto de 9.000 calles que pondrán a prueba vuestra orientación y paciencia.

Eso sí, estamos seguros que terminaréis cogiéndole rollo y será, justo desde ese momento, cuando ya no haya marcha atrás: estaréis enamorados de la ciudad.

Y es que Fez es una de las ciudades más bellas de Marruecos con sus zocos, callejuelas, puertas, olores e impresionantes monumentos.

Todo un viaje en el tiempo y un ritmo de vida que poco difiere al de siglos atrás en el que los mulos y las carretillas siguen siendo el único medio de transporte.

Con todo ello, no es de extrañar que en 1981 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el primero del país.

En Fez hay mucho que ver y hacer, aunque hay que tratar de no pasear sin rumbo a no ser que queráis perderos completamente si sois lo suficientemente valientes. Seguro que como recompensa encontráis alguna joya escondida a los ojos de los turistas.

Con un poco de planificación y varios trucos que os vamos a contar en este post, vais a poder disfrutar de sus interminables zocos, mezquitas, madrazas, fuentes, funduqs, palacios y por supuesto, de su excelsa gastronomía.

¿Estáis preparados para recorrer Fez?

  1. Preparativos para visitar Fez
  2. Qué ver y hacer en Fez
  3. Excursiones desde Fez
  4. Otros datos prácticos
  5. Otros artículos sobre Marruecos

Preparativos para visitar Fez

🚌 Cómo ir del aeropuerto al centro de Fez

El aeropuerto de Fez se encuentra a una media hora de la medina. Para ir al centro, hay varias opciones:

  • Traslado Privado: posiblemente la opción más sencilla y con un precio similar la taxi. Os esperará en la terminal y os llevará directamente hasta la puerta del hotel o riad. Puedes reservar el servicio de traslado directamente desde aquí.
  • Traslado con el hotel: opción similar a la anterior pero gestionándolo directamente con el hotel. El precio rondará los 15/20 euros.
  • Autobús: por unos 4 dírhams (aprox. 0,4 €), es la opción más barata. Hay varias líneas siendo la nº16 la más popular y que finaliza en la estación de trenes. Lo malo es que desde allí hay que coger un petit taxi (taxis rojos) hasta la medina antigua.
  • Grand Taxi: los taxis tienen un precio aproximado de 150 dirhams (dependerá de vuestra capacidad de negociación) pero con el inconveniente de que os dejará en la puerta de la medina. No acompañan hasta el riad.

🏠 Dónde dormir en Fez

Alojarse en el interior de la medina es parte de la experiencia de Fez y por tanto, algo que os recomendamos vivir.

Dentro de ellas hay dos tipos de alojamientos: los riads y los dars y es importante saber sus diferencias. Los riads son antiguos palacios árabes que se han adaptado/rehabilitado como hoteles. La mayoría cuentan con un precioso patio interior bellamente decorados: plantas, fuentes, decoración árabe,… En cambio, los dars son parecidos a los riads pero con mucho menos lujo y más pequeños. Básicamente, son antiguas casas familiares rehabilitadas como alojamientos.

Nosotros nos alojamos en Dar Milouda Rcif, ubicado en plena medina.

Tenemos que decir que fue aquí donde pudimos vivir la famosa hospitalidad árabe. No falto detalle alguno de los anfitriones y estuvieron siempre atentos de nosotros y en especial, de nuestras pequeñas.

Lo ratos que estuvimos en el alojamiento fueron muy agradables, charlando con ellos de muchos aspectos de la vida: religión, cultura, situación del país, …

Y todo ello con unas fantásticas vistas desde la terraza de la azotea y que disfrutamos durante la llamada al rezo (uno de los momentos más espectaculares de un viaje a cualquier país musulmán).

La habitación estaba genial aunque el baño tenía algo de humedad, aunque esto último es muy típico en el interior de la medina.

Además, incluye desayunos marroquíes muy completos.

Puedes reservar en Dar Milouda Rcif directamente desde aquí y o bien, consultar el resto de opciones de la ciudad.

⏳ Cuánto tiempo dedicar a Fez

La ciudad de Fez es bastante grande por lo que si se quiere visitar con tranquilidad, habría que dedicarle al menos 2 ó 3 días. Más de 3 días podrían ser ya excesivos siendo recomendable optar por hacer algunas de las excursiones que os comentaremos al final del post.

⚠️ ¿Es Fez una ciudad segura?

Tenemos que confesar que antes de llegar a Fez estábamos bastante preocupados por la seguridad. Sobre todo por el miedo que nos iban metiendo: que si roban, que si cuidado por las noches, que si los callejones…

Por lo que cuando pusimos un pie en ella, íbamos literalmente «cagados» buscando nuestro dar en medio del laberinto.

¿Pues adivináis?

Nos encontramos con un ambiente mucho menos hostil que Marrakech, gente local amable y una sensación de seguridad que no esperábamos tener.

No obstante, no se puede ir a lo loco y hay que tomar ciertas precauciones:

  • Hay muchos falsos guías por la ciudad en busca de turistas perdidos, sobre todo en las zonas más turísticas, como por ejemplo las curtidurías. Se pondrán muy pesados y para evitarlos lo más recomendable es aparentar saber a dónde vas en todo momento e ignorarlos. Si realmente estáis perdidos, lo mejor es preguntar a los negocios.
  • Al caer la noche, la medina se queda solitaria y oscura. Por tanto, no se recomienda pasear por la noche, por lo menos más tarde de la media noche y en todo caso, solo por la zona de la Puerta Azul que es donde hay más turistas. Si queréis volver al hotel por la noche porque os habéis quedado a cenar en algún restaurante, podéis preguntar si tienen servicio de acompañante a cambio de una propina.

🏥 Seguro de viaje

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Qué ver y hacer en Fez

1. Cruzar la Puerta Azul

La mejor manera de empezar a recorrer la medina de Fez es accediendo por Bab Boujeloud o como todo el mundo la conoce, la Puerta Azul.

Este será nuestro punto de referencia para entrar y salir de la medina.

Aunque parezca antigua, fue construida a principios del siglo XX durante el Protectorado francés quienes perforaron la antigua muralla. Cuenta con tres arcos de herradura decorados con motivos geométricos y azulejos azules por un lado (color de la ciudad) y verdes por el otro (color del islam).

Como podéis imaginar, es la zona más animada y turística de la ciudad, repleta de restaurantes y terrazas.

Mencionar que a la izquierda de ella se encuentra Bab Chorfa, otra de las puertas y que da acceso a uno de los mejores mercados de la medina.

📸 Desde el exterior de la puerta se consigue un encuadre perfecto de los arcos y los minaretes de la ciudad.

Nada más cruzar la Puerta Azul no hay marcha atrás: estamos ya metidos de lleno en Fes el-Bali.

💡 Para un primer vistazo a la ciudad, siempre es un buena idea realizar un free tour o una visita guiada.

2. Recorrer Talaa Kebira y Talaa Sghira

Talaa Kebira (la gran cuesta) y Talaa Sghira (pequeña cuesta) son las dos arterias principales de la medina de Fez.

Ambas discurren en paralelo de un extremo al otro repletas de tiendas y albergando la mayoría de las atracciones principales y edificios históricos de la ciudad.

Por tanto, hay que «grabarse a fuego» estas dos calles porque serán nuestras mejores aliadas para no perdernos.

⚠️ Al ser también las vías más anchas de la medina, hay un trasiego muy alto de mulas y carretillas anunciando su paso al grito de balak balak. Nada más lo escuchéis, hay que apartase al momento porque no paran. Precaución sobre todo si vais con niños pequeños.

3. Contemplar la colorida Rainbow Street

A pocos metros de la Puerta Azul y conectando las dos calles anteriores, tenemos la singular Rainbow Street.

Para nosotros, una de las calles con mayor encanto de la ciudad y que como podéis adivinar por el nombre, es todo color.

Toda la calle está coloreada: los adoquines, las paredes y por supuesto, las galerías de arte que hay en ella.

A parte de una buenas dosis de postureo, podéis aprovechar para comprar alguna pintura u obra de arte.

4. Visitar la Madrasa Bou Inania

Ubicada también en la calle Talaa Kebira y justo al lado de Rainbow Street, nos encontramos con una de las madrazas (medersa) que hay que visitar sí o sí en Fez.

Las madrassas (madraza o medersa) son las escuelas musulmanas destinadas a estudiar el libro del Corán y una de las instalaciones más importantes de cualquier ciudad de Marruecos (y árabe en general). Como las mezquitas no se pueden visitar, estas escuelas se convierten en la mejor manera de poder disfrutar de la arquitectura marroquí.

Construida entre los años 1351 y 1357 por el sultán benimerín Abú Inan, su patio central es una delicia para los ojos, rodeada de columnas, elaborados detalles geométricos de mosaicos zellige y una fuente en el centro que se sigue utilizando para la purificación de los fieles.

En cierta manera, nos recuerda mucho a los antiguos palacios andalusíes.

En la parte superior encontraréis más detalles geométricos tallados sobre estuco y madera.

Es importante saber que esta madraza aún está parcialmente en funcionamiento por lo que no se puede visitar durante la hora del rezo. Precisamente, por este motivo, es la única madraza que cuenta también con un minarete, visible desde toda la zona que rodea a la Puerta Azul.

🧐¿Sabías que?: su mihrab tiene unas columnas de ónice similares al de la Gran Mezquita de Córdoba.

💵 Precio: 20 dirham (2€ aprox.)

🕒 Horario: 9 a 18h

📷Consejo fotográfico: al salir de la madraza aprovecha el encuadre del arco de la puerta con el trasiego de la calle. Sin duda, una de las fotos más auténticas que podrás hacer en Fez.

🧐No te lo pierdas: justo enfrente de la entrada a la madraza se encuentra lo poco queda del medieval Reloj de Agua. Solo se conservan 13 vigas de madera que sostenían unos cuencos de latón del que caía una bola de metal marcando la hora. Se utilizaba para la llamada a la oración.

5. Perderte por sus interminables zocos

Las zocos de Fez son, sin discusión alguna, el mayor atractivo de la ciudad.

Ubicados entre (y los alrededores) las calles Talaa Kebira y Talaa Sghira, entrar en ellos es como viajar en el tiempo y una experiencia que nos activará, literalmente, los cinco sentidos.

Como cualquier zoco de Marruecos, es una lugar caótico y laberíntico aunque el hecho de que todo esté agrupado por gremios nos ayudará, en cierta medida, a ubicarnos.

En su interior, disfrutaréis viendo como los artesanos elaboran todo tipo de productos; mercados con gallos vivos esperando su turno en la carnicería; y los infinitos puestos de especias, alfombras o babuchas que llenan las calles de olores y colores.

Una atmósfera realmente única.

Por cierto, hay que destacar que a diferencia de Marrakech, en el que el comerciante es más intrusivo, aquí son mucho menos insistentes y con un amable “NO” es suficiente.

No hay que agobiarse con querer verlo todo. Es imposible, así que lo mejor es dejarse llevar aunque sin alejarse mucho de las calles principales. Recuerda, no es buena idea perderse por completo y como dijimos al principio, los «busca vidas» están al acecho…

🧐¿Sabías que?: en medinas como la de Fez, en el que no hay tráfico rodado en su interior, los mercados de comida y productos frescos siempre se instalan en los límites de ella al ser más fácil su descarga y reposición. En cambio, los productos no perecederos o no alimenticios se instalan en las zonas más interiores de la medina.

Hay una decena de zocos y aquí os enumeramos los más importantes.

El zoco Chemmaine está dedicado a los frutos secos: dátiles, almendras, avellanas, …

En el zoco Henna encontraréis todo lo relacionado con los cosméticos, tanto naturales como artificiales. Los vendedores de esta zona son más agradables y un inmenso plátano de sombra se alza sobre los puestos.

El zoco Attarine ofrece especias y productos naturales, la clásica estampa de los mercados marroquíes.

En el zoco Al-Achabine, ubicado al norte de Attarine, está el mercado de las hierbas medicinales.

El zoco Ain Allou está dedicado a todo lo relacionado con el cuero: bolsos, babuchas, carteras,…

El zoco Nejjarine es el del gremio de los carpinteros donde podemos contemplar preciosas tallas de madera bajo un agradable olor a madera de cedro.

El zoco de los Tintoreros (Souk Sebbaghine), cerca del río, es uno de los más bonitos ya que podemos ver las lanas teñidas de colores colgando del techo así como el proceso de tintado con agua caliente y tintes naturales.

Hay que mencionar también que el interior de la medina cuenta con funduqs que han sido habilitados como espacios comerciales comunes.

Los funduqs eran las antiguas posadas y establos en el que se hospedaban los comerciantes, almacenaban sus mercancías y realizaban transacciones comerciales. Hoy día, estas posadas se han reconvertidos en nuevos espacios a modo de mercado cubierto y talleres de artesanos.

🚸 Para los que vamos con niños, en el corazón de la medina hay un remanso de paz para ellos: la Medina Children’s Library.

💡 Para ayudar a los viajeros, Fez ha creado varios itinerarios auto-guiados a través de 6 rutas turísticas señalizadas con carteles de colores repartidos por toda la ciudad: 🔴 Artesanías, 🟤 Monumentos y Zocos, 🟢 Palacios y Jardines Andalusíes, 🔵 Aprendizaje y Conocimiento, 🟣 Fez el-Jdid, 🟠 Muros y Murallas.

6. Visitar el Museo Nejjarine

Si queréis visitar algún museo en Fez, el Museo Nejjarine (Funduq al-Najjariyyin) es la mejor opción.

Ubicado, de nuevo, en la calle Talaa Kebira, alberga el Museo de Arte y Artesanía de la Madera con una completa colección de objetos y tallas en madera.

Y es que esta zona, como dijimos antes, es el barrio de los carpinteros y por tanto, la mayoría de los negocios están enfocados a este gremio.

Te interese o no el tema, parte de la atracción es el propio edificio en el que está ubicado, una antigua posada de caravanas del siglo XVIII que ha sido fielmente restaurada.

💵 Precio: 20 MAD

Además, en la misma puerta del museo se encuentra la fuente Nejjarine, la más antigua de la ciudad (siglo XVII).

La fuente está decorada con típicos azulejos azules y motivos geométricos árabes y a ella siguen acudiendo constantemente la gente local para llenar las garrafas o refrescarse del sofocante calor del verano.

Ojo, no es la única fuente histórica de la ciudad y es que son bastantes las que se han logrado conservar. Herencia viva de la que fue, en su día, una de las primeras ciudades con suministro de agua potable.

7. Observar a los artesanos de la Plaza Seffarine

Ubicada entre el zoco de los curtidores y los tintoreros, a la Plaza Seffarine uno llega guiado por unos constantes martilleos sobre el metal que se escucha varias manzanas a la redonda.

Y es que en ella están instalados los artesanos del cobre, o mejor dicho, el gremio de los caldereros.

Aquí se tiran horas y horas modelando y cincelando todo tipo de utensilios de cocina y objetos decorativos: ollas, bandejas, teteras,…

Sinceramente, es uno de los rincones que más nos gustó de la medina.

Para contemplarla desde una mejor perspectiva, os recomendamos subir a la terraza del Restaurant Seffarine.

Y ya que estáis aquí, no podéis perder la oportunidad de tomar un té en el mítico Abdullah Thé & Café.

Está ubicada en Rue Machatine, que da a la misma plaza y prepara el té de una forma un tanto peculiar y con una mezcla de hierbas que solo él conoce (y que afirma que las cultiva él mismo a las afueras de la ciudad) y un agua que viene desde el propio complejo sagrado de Kairauine.

Para muchos, uno de los mejores tés de la ciudad. No sabríamos decir si es el mejor o no, pero tanto Abdullah como el lugar son muy auténticos.

8. Acercarte a la entrada del Mausoleo de Mulay Idrís II

Este mausoleo (zaouia) está ubicado en la pleno corazón de la medina y junto la Mezquita Al Karaouine y la Madrasa Al-Attarine (las tres situadas a pocos metros) conforman el llamado “Distrito Sagrado” de Fez.

Está dedicado a Mulay Idrís II, rey que refundó la ciudad en el año 810. Hoy día es el santo más venerado de Marruecos y gran parte de la devoción viene dada por el perfecto estado en el que se encontró su cuerpo en el año 1308, cinco siglos después de su muerte.

Así pues, este es el lugar más sagrado de la ciudad y que está abierto las 24 horas del día para que los fieles puedan obtener su bendición.

Lamentablemente, el acceso solo es para musulmanes, aunque sí que podemos ver parte del interior desde la puerta, así como la espectacular fachada.

Solo por ello, ya merece la pena.

También recomendamos identificar y contemplar desde algunos de los miradores (o terrazas) su impresionante cúpula piramidal y minarete, el más alto de Fez.

9. Visitar la Madrasa Al-Attarine

La Madrasa Al-Attarine es otro de los lugares imprescindibles que visitar en Fez.

Construida por el sultán Abu Said durante los años 1323 y 1325, en ella se alojaban los alumnos que estudiaban verso a verso todo el contenido del Corán.

Dejó de funcionar a principios del siglo XX pero aún conserva un patio central precioso con una fuente de mármol en el centro y rodeado de bellos detalles.

Toda una joya arquitectónica de la época medieval marroquí y para muchos, la más bonita y mejor conservada de Fez.

La sala de oración cuenta además con una espectacular cúpula madera de cedro y en los pisos superiores están las habitaciones en el que se alojaban los estudiantes.

Se supone que se puede subir al tejado desde el que se tienen unas excelentes vistas de la mezquita Al Karaouine, aunque tenemos que decir que cuando fuimos nosotros estaba cerrado el acceso.

💵 Precio: 20 MAD.

🕢 Horario: 8:00 a 18:00

📋Importante: no son las únicas madrazas de la ciudad habiendo otras menos conocidas e igual de interesantes como por ejemplo la Madrasa Cherratine.

10. Ver desde la entrada la Mezquita y Universidad Al Karaouine

Ubicado justo al lado de la anterior madrasa, alberga la mezquita más importante de Fez y la universidad en activo más antigua del mundo: Qarawiyyin.

Fundada en el año 859 por Fátima al-Fihri (que pertenecía a una familia de élite de la ciudad tunecina de Kairuán), fue durante siglos el centro de aprendizaje islámico más importante y albergando estudiantes de todo el mundo, algunos de ellos tan ilustres como por ejemplo el filósofo Maimónides.

Hoy día, con una capacidad de 20.000 personas y una inmensa biblioteca (alberga obras y manuscritos únicos en el mundo), es la segunda mezquita más grande de Marruecos (solo por detrás de la de Casablanca) y sigue siendo uno de los lugares más importantes del país.

Como ya podéis imaginar, la entrada solo está permitida a musulmanes por lo que nos tendremos que conformar con una vista desde el exterior contemplando sus mosaicos e inscripciones árabes.

🧐¿Sabías qué?: las paredes de los alrededores de la mezquita están forradas de madera hasta media altura para que los habitantes ciegos puedan encontrar la mezquita de manera más sencilla.

Por cierto, al igual que el mausoleo, os recomendamos contemplar desde la lejanía su enorme tejado verde y espectacular minarete.

11. Contemplar la impresionante Chouwara Tannery

Si hay algo famoso en Fez y que sale en todos los reclamos publicitarios o redes sociales, es la espectacular curtiduría de Chouwara.

No es la única de la ciudad pero esta es la más grande, famosa y lo más sorprendente, en funcionamiento desde probablemente el siglo IX.

En ella, se trabajan las pieles de vaca, oveja e incluso camello de la misma manera a como se hacía siglos atrás, obteniendo un cuero de primera calidad. En definitiva, como si el tiempo se hubiese detenido.

Lamentablemente, el olor es nauseabundo y no apto para personas delicadas.

Huele muy mal y es incluso palpable desde varias manzanas a la redonda y por ello, se entiende que esté en uno de los extremos de la medina.

El olor viene, en parte, por las balsas de agua, sal, cal, orina de vaca y caca de paloma (sí, caca de paloma) que podéis identificar por la zona blanca de la curtiduría. Esta zona sirve para limpiar y eliminar restos de la piel.

Una vez limpias, se pasan a la otra zona de teñido introduciéndolas en balsas con tintes naturales como la henna, índigo o azafrán.

Y el último paso es el secado de las pieles aprovechando el único hueco que queda: las azoteas.

La mejor forma de contemplar la curtiduría es desde las tiendas de recuerdos que hay en Rue Chouara. Durante la visita nos darán unas hojas de menta para ponérnosla en la nariz.

Hay que preguntar, pero normalmente la entrada es gratis a cambio de comprarles algo de la tienda. La tienda nº10 de Derb Chouara cuenta con una de las mejores terrazas (hay un cartel de metal en la puerta). También se puede entrar por la nº64 para ver el lado norte.

La vista es realmente impactante contemplando a los trabajadores limpiando, secando y coloreando las pieles en unas condiciones de trabajo realmente duras.

Y si sois atrevidos, existe la posibilidad de bajar y entrar aunque aquí habrá que “pasar por el aro” de algún trabajador. Es decir, hay que pagarles una pequeña propina.

Avisar que se pondrán muy pesados, pero solo hay que mantenerse firme y dar únicamente un pequeña comisión (recuerdo que le di 5€). Realmente, solo recomendamos bajar si os gusta mucho la fotografía y queréis conseguir algún retrato (siempre con permiso) o una perspectiva más cercana de las pozas.

El sitio es realmente duro.

Comentar que no es la única curtiduría de la ciudad y podéis visitar otras tres como por ejemplo la Sidi Moussa Curtiduría.

⚠️Advertencia: esta curtiduría es uno de los mayores atractivos de Fez y los “busca vidas” siempre estarán al acecho intentando llevarte hasta ellas como guía a cambio de una comisión (o llevarte a alguna tienda). Nuestro consejo es que amablemente le digáis que no y vayáis por vuestra cuenta. Si se ponen muy pesados, con paciencia y respeto le seguís diciendo que no y que ya la habéis visitado. Como última opción, avisar que vas a llamar a la policía turística y se acabará el problema.

12. Visitar Bab R’cif y el Barrio Andaluz

Bab R’cif es la otra puerta principal de la medina y junto a ella, hay una inmensa plaza siempre llena de vida, sobre todo al atardecer.

Como ya mencionamos antes, junto a las puertas se instalan los mercados y el de Bab Rcif cuenta con los mejores productos.

Además, cruzando la plaza y al otro lado del río Oued Fès, se accede al Barrio Andaluz de Fez, el más antiguo de la ciudad.

Este barrio se originó en el siglo IX con la llegada de miles de andaluces originarios, en su mayoría, del emirato omeya de Córdoba huyendo de los conflictos armados que había por aquella época en Al-Andalus. Trajeron consigo sus tradiciones y artes, algo que perdura incluso hoy día en la población local.

Esta zona es mucho menos turística y la sensación de laberinto es aún mayor ya que no hay tantas tiendas o calles principales que nos sirvan de referencia.

En cambio, todo es mucho más auténtico y local.

Aquí fue donde estaba nuestro alojamiento y llegar hasta él por primera vez fue toda una aventura.

La mayor atracción de esta zona es la Mezquita Andaluza con un precioso minarete verde y blanco, como la bandera andaluza.

13. Disfrutar de su gastronomía

La gastronomía en Fez es muy importante y de hecho, algunos de los platos más famosos de Marruecos como son la pastilla o el tajine tiene aquí su origen, fruto de una histórica mezcla de culturas.

Así pues, como os podéis imaginar, la oferta gastronómica es inmensa tanto por sus restaurantes como por el gran número de puestos callejeros que hay por toda la ciudad y que son parte importante de la escena culinaria.

Estos son algunos de los platos callejeros que os podéis encontrar:

  • Khlii: es una especie de carne en manteca. Nosotros no nos atrevimos a probarla pero dicen que está muy buena.
  • Bissara: es una sopa de habas. La veréis por todos lados. Ideal para los días de frío.
  • Chebakia: el dulce más típico de Marruecos y el acompañamiento ideal de la sopa anterior. Es una masa frita recubierta de miel, azahar y sésamo.
  • Mkhamer: es como una especie de pan de pita de leche, harina, mantequilla y por supuesto, azúcar. No falta en los desayunos.
  • Msemem o rghaif: el famoso crepe marroquí que se acompaña con mermelada, mantequilla o miel. Te irás de Marruecos adorando esta delicia.
  • Nougat: son parecidos a nuestros turrones y los venden en unos puestos que siempre están rodeados de abejas.
  • Kaab El Ghazal: los famosos cuernos de gacela. Unos de los dulces marroquíes más típicos.
  • Caracoles: en las calles de Fez hay varios puestos. Son fáciles de encontrar porque tienen una redecilla grande del que cuelgan los caracoles.

Si lo que buscáis es un restaurante para disfrutar de la gastronomía marroquí, estos son los dos a los que fuimos nosotros:

  • Chez Rachid: ubicado cerca de la Puerta Azul, tienen un menú completo de comida tradicional por 8€ siendo una opción excelente en relación calidad-precio.
  • Le Tarbouche: es un mini restaurante con apenas 6 o 7 mesas por lo que siempre está hasta arriba. Ofrecen platos de fusión de cocina marroquí. Obligado pedir la pastilla, el típico pastel a base de canela, frutos secos y carne de pichón o pollo. Y además, el plato de ternera crujiente.

Aquí os ponemos otros sitios recomendamos (y que no hemos llegado a probar):

  • Cafe Clock: tienen varios restaurantes repartidos por el país y es de los más famosos sobre todo por su hamburguesa de camello. Además, cuenta con una terraza con vistas espectaculares y actuaciones en vivo. Lo malo, es que es algo caro para ser Marruecos.
  • Dar Tajine Fes: está situado en un riad restaurado y ofrece una auténtica experiencia marroquí. Podéis pedir el tajine de pollo con limón y ensaladas.
  • The Ruined Garden: esta opción es un poco más cara pero su jardín hará que os olvidéis por unos minutos del caos de la ciudad.
  • Café restaurant Al Oud: restaurante sencillo que ofrece los platos más típicos de Fez.
  • Naghan Cafe: cuenta con una buena terraza con vistas a la Puerta Azul y precios bastante económicos.
  • Cinema Café: tiene tanto opciones marroquís como occidentales por lo que es ideal si estáis ya saturados de la gastronomía local.
  • Nacho Mama: al igual que el anterior, este restaurante mexicano es una buena opción para descansar de la comida marroquí.
  • Jawharat Bab Boujloud: a lado de la Puerta Azul. Comida marroquí.
  • Cafe Kortoba: está ubicado contra el muro de la mezquita Kairauine y es uno de los lugares más auténticos para tomar un té o café acompañado de un rico pastel de almendra.
  • Snack Hanafi: sándwich de carne y verduras a la plancha. Probamos en Marrakech algo similar y están muy buenos.

💡 Si os mola el mundillo de la gastronomía, podéis reservar este tour gastronómico por Fez.

14. Contemplar las mejores vistas desde las Tumbas Meriníes

Ubicadas al norte de la medina, en el punto más alto de la colina al-Qula, es el mejor lugar para contemplar la inmensidad de la ciudad.

Solo desde allí, es cuando uno es consciente de la locura que es esta Medina.

Con independencia de las vistas, también merece la pena ver las ruinas de las tumbas de la Dinastía Meriní. Estas tumbas datan del siglo XIV y en ellas, a pesar de su mal estado de conservación, se pueden apreciar decoraciones e inscripciones de estuco en sus paredes.

Obviamente, terminar el día aquí contemplando el atardecer, es el plan perfecto aunque no se recomienda quedarse una vez que se haya ido el Sol.

Se puede llegar andando (tras una buena caminata) o en petit taxi por unos 20 dirhams desde la puerta azul.

Un poco más abajo está el Borj Nord que forma parte de la muralla y que cuenta también con unas vistas tremendas.

15. Otras cosas que ver y hacer en Fez

Si disponéis de más tiempo hay muchas más cosas por hacer en Fez.

Aquí os enumeramos algunas:

  • Visitar algunos de sus antiguos palacios como el Palacio Mnebhi o el Palacio Glaoui.
  • Jardines de Jnan Sbil: ubicado en el exterior de la Medina (saliendo por la Puerta Azul), se trata de los jardines más importantes de Fez. Todo un oasis de 7 hectáreas dentro del caos y ajetreo de la ciudad gracias a sus palmeras, estanques y exuberante vegetación. Cierra los lunes.
  • Palacio Real de Fez: construido en el siglo XIV, es la sexta residencia oficial del Rey. Y como todo lo que sea “real” en Marruecos es sagrado e intocable, lo único que se puede ver del palacio son sus espectaculares puertas de madera forradas en bronce, posiblemente las más bonitas de Fez.
  • Mellah: también llamado Fez el-Jdid, está ubicado cerca del Palacio Real y se trata del barrio judío mejor conservado de Marruecos. Surgió en el siglo XV como una necesidad para albergar a la población judía y sacarla fuera de la Medina. Hoy día ya no quedan judíos pero dejaron como herencia su arquitectura tradicional. En él, podéis visitar las sinagogas Al-Fassiyine y Ibn Danan, el cementerio judío y recorrer la Rue des Mérinides, repleta de joyerías.

Excursiones desde Fez

Si vais a estar más de 2 o 3 días en Fez os recomendamos hacer alguna excursión. Y es que la ubicación de la ciudad, en el centro del país, la convierte en una excelente base de operaciones.

Aquí os damos algunas de las opciones:

Desierto Merzouga

Esta excursión es una de las experiencias más míticas e imprescindibles de un viaje Marruecos.

Se puede llegar tanto desde Marrakech como de Fez. Desde Fez hay 7 horas en carretera, por lo que no se puede visitar en un mismo día siendo necesario al menos 2/3 días.

Las enormes dunas doradas del Sahara os dejarán sin habla y disfrutar de una noche estrellada en en medio del desierto es algo que jamás se olvidará.

Para llegar por libre podéis alquilar un coche o tomar un autobús de la compañía Supratours (bus nocturno). Aunque la opción más elegida por los viajeros es reservar algunas de estas excursiones:

Volubilis, Mulay Idrís y Meknes

Situadas a menos de una hora de Fez, son las excursiones más cercanas. Y lo mejor, es que se pueden combinar perfectamente en un mismo día (aunque corriendo un poco, la verdad):

  • Meknes: es una de las 4 ciudades imperiales de Marruecos, así que os podéis hacer una idea de su importancia con una medina repleta de callejones y zocos.
  • Volubilis: es el yacimiento arqueológico más importante del país (y del norte de África).
  • Mulay Idrís: a tan solo 5 kilómetros de la anterior, es la ciudad sagrada de que rinde honor al bisnieto de Mahoma.

Para llegar a Meknes podéis hacerlo en tren y para las otras dos paradas, habrá que hacerlo en taxi compartido.

Aunque la mayoría de los viajeros optan por esta excursión.

Chefchaouen

Chefchaouen es otra excelente excursión desde Fez y ya adelantamos que la “Ciudad Azul” bien merece una visita.

Está situada a menos de 4 horas de Fez (200 kilómetros) por lo que incluso se puede hacer en un mismo día, aunque recomendamos pasar una noche para que no sea tanta paliza.

Chefchaouen mola mucho, con preciosos encuadres, callejones completamente azules y rodeada por las impresionantes montañas del Rif.

Para llegar por vuestra cuenta, podéis optar de nuevo por el coche de alquiler, Grand Taxi o autobús de la compañía CTM (varias salidas al día y unos 13 € por trayecto/persona).

Otra opción es reservar esta excursión de un día, esta otra un poco más barata, o bien esta otra privada.

Ifrane

Para terminar, también podéis optar por hacer una excursión a la llamada “Suiza Marroquí”. Un pueblo alpino situado a 1600 metros de altura y a poco mas de una hora de Fez.

En los alrededores hay pistas para esquiar y cerca hay también varios pueblos que completan la excursión: Sefrou, Bhalil y Azrou.

Para llegar solo tenéis la opción de alquilar un coche o reservar esta excursión.

Otros datos prácticos

💵 Efectivo y tarjetas

En Marruecos, la moneda oficial es el Dirham aunque en ciertos lugares os pueden pedir euros como por ejemplo, a la hora de pagar en el alojamiento (hay que intentar evitarlo porque se aprovechan con el cambio).

Lo que hay que tener muy presente es que casi todo lo vais a tener que pagar en efectivo ya que el pago por tarjeta está muy poco extendido.

Así pues, hay que llevar siempre dinero en efectivo y para conseguirlo tenéis estas opciones:

Llevarlo desde casa

Si queréis Dírhams antes de viajar, podéis hacerlo con Exact Change. Aplican un mejor tipo de cambio que en bancos o aeropuertos, aunque también peor que el de las casas de cambio que hay por todo Marruecos.

Os envían el dinero directamente a vuestra casa con envío gratuito si cambiáis más de 500€.

Cambiar directamente en Marruecos

Una vez en el país, podéis conseguir efectivo de forma sencilla cambiando Euros (o vuestra moneda local) en las casas de cambio que hay repartidas por todo el país.

Sacar dinero de un cajero

Sí o sí, cuando se acabe el efectivo, llegará el momento de tener que sacar dinero de algún cajero.

Para ello, hay que hacerse con algunas de esas tarjetas que cobran pocas comisiones (Revolut, N26, Vivid,…). Nosotros usamos la N26 y funciona muy bien. De hecho ya la hemos usado en países como Tailandia y cero problemas.

Si os dais de alta desde este enlace, os regalarán 15 euros al activarla y hacer la primera operación.

🛜 Internet

Para tener internet en Marruecos hay varias opciones:

Tarjeta SIM local

Existen 3 principales compañías: Maroc Telecom, Orange e Inwi.

En nuestra opinión, preferimos Maroc Telecom ya que ofrece mejor cobertura. Cuenta con un paquete de 20 GB por 20€ (y que se pueden ir recargando si os quedáis sin ellos).

Se pueden comprar en el mismo aeropuerto (o en cualquier parte del país) y en el mismo stand os instalan y configuran la tarjeta SIM.

eSIM

Se trata de una tarjeta digital que se activa mediante un código QR que se recibe por mail, por lo que no tenéis que reemplazar vuestra tarjeta física.

Solo hay que tener en cuenta que esta opción es más cara que la anterior y que solo funciona con algunos modelos de teléfonos compatibles.

Holafly es la más conocida que ofrece este servicio. Puedes informarte de todo y reservar directamente desde aquí.

O bien la de Civitatis. Desde enlace podéis comprarla con distintos precios según días y gigas.

Otros artículos sobre Marruecos

A continuación os dejamos el resto de artículos que hemos escrito de este increíble país:

Hasta aquí toda la información y recomendaciones sobre esta ciudad que nos encantó.

Esperamos que os sirva de ayuda y sobre todo, que os guste Fez tanto como a nosotros.

Shukran شكرا 🇲🇦

1 comentario en “15 cosas que ver y hacer en Fez

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