Bangkok es una ciudad difícil.

No lo vamos a negar.
Con sus 12 millones de habitantes, es grande y sobrepoblada, caótica, ruidosa, con riesgo de ser timado en cualquier instante y para colmo, suele hacer muchísima calor.

Pero curiosamente, se trata de la ciudad más visitada del mundo, por delante de otras mega ciudades como son Nueva York o Tokio.
Y os preguntaréis: ¿cómo es posible?

Principalmente, porque pilla de paso. Cualquier viaje largo por el Sudeste Asiático comenzará y acabará en ella. Y por supuesto, una viaje a Tailandia de 15 días, empezará probablemente también por aquí.
Por tanto, te guste o no, te la tienes que comer.

Ahora bien, en este post os vamos a dar muchísimas razones por el que le tenéis que dedicar al menos un par de días en la que es una de las capitales más frenéticas del planeta.

Y es que Bangkok, a pesar de sus «peros», es una ciudad vibrante, llena de vida, con algunos de los templos más bonitos del mundo o una oferta gastronómica que ya de por sí merece la pena recorrerse medio mundo.
Una ciudad con unas de las noches más locas que uno se puede encontrar o barrios modernísimos mezclados con otros en el que parece haberse detenido el tiempo.
Estamos seguros que vais a pasar por este proceso: del odio al disfrute.
Y pensamos, que esa es la gracia de esta ciudad única.
Aquí va un listado de 20 cosas que tenéis que ver o hacer en Bangkok:
- Gran Palacio
- Wat Pho
- Chinatown
- Gran Buda de Oro
- Talat Noi
- Wat Arun
- Mercado de las Flores
- Mercado de los Amuletos
- Mercados de Bangkok
- Miradores de Bangkok
- Paseo en barco
- Comida callejera
- Jay Fai
- Columpio Gigante
- Khao San Road
- Templo Mármol
- Tuk-tuk
- Mercado del tren
- Mercado Flotante
- Disfrutar Bangkok
1. Visitar el Gran Palacio
Se trata de la atracción turística más visitada de toda la ciudad y para muchos, la primera toma de contacto con el país.
Ésta es la carta de presentación del recinto más importante de Tailandia y que cómo no podía ser menos, es un visita obligada.

Ubicado en el interior de una blanca y cuidada muralla de 1,9 kilómetros, cuenta con más de 100 construcciones que llevan la arquitectura tradicional tailandesa a otro nivel.

No exageramos.
Hay tantas cosas y detalles por ver, que hasta satura un poco, en el buen sentido de la palabra.
Chedis dorados, jardines, guerreros gigantes (yakshas) que custodian las puertas, altares, pabellones ceremoniales, templos de todos los tamaños, …


¡Y mucho brilli brilli!
El recinto se divide en dos atracciones principales: el Wat Phra Kaew (Templo del Buda Esmeralda) y el Gran Palacio, que fue la residencia oficial del Rey hasta mediados del siglo XX.
Wat Phra Kaew es el templo más sagrado del país al albergar la estatua de Buda más venerada por los tailandeses.
Acostumbrados a las gigantescas estatuas, sorprende el tamaño de ésta, de apenas 45 cm de alto.
Eso sí, la más bonita que vimos, seguramente influenciados por toda la expectación que la rodea.
Tallada en una única piedra de jade y con ropajes de oro, fue encontrada en el año 1434 en Chiang Rai siendo su origen desconocido. Cuenta la leyenda que se creó en la India en el 43 a. C.,viajando por distintos países como Sri Lanka, Camboya o Laos y habiendo sobrevivido a guerras e incluso naufragios.
Pero esto no es más que una leyenda que sin duda ha ayudado a convertir a esta imagen como la más venerada del país.

El otro gran edificio es el Chakri Maha Prasat, la residencia real que fue construida por Rama V a finales del siglo XIX, de ahí su aspecto algo más occidental.

Pero como dijimos al principio, hay hasta un centenar de edificios, desde el Museo Textil o el de la Moneda, hasta un Teatro Real en el que se puede contemplar un espectáculo de danza tailandesa.
Incluso cuenta con un impresionante fresco con 178 escenas que representan la historia de Ramakian, un texto sagrado.


Una barbaridad.
Tampoco te pierdas su impresionante Prha Sri Ratana Chedi, la Gran Estupa Dorada.
💡 En un lugar tan importante y extenso, siempre es una buena idea contratar una visita guiada. Puedes hacerlo directamente aquí.
⚠️ Advertencia: en los alrededores del recinto siempre habrá locales que se acercarán para deciros que el templo está cerrado o va a cerrar ya por «x» motivos que os ofrecen un plan alternativo mucho mejor. Es uno de los clásicos timos de Bangkok. Ni que decir que debéis ignorarlos.
💡 Consejo: visítalo a primera hora o antes del cierre, ya que el templo se llena de una forma que no os podéis imaginar.

⚠️ Importante: es el lugar más estricto con la vestimenta estando prohibido entrar con pantalones cortos (incluso hombres) o con los hombros al aire. Además, los pantalones tampoco pueden estar rasgados o muy ajustados. Al mínimo detalle, te obligarán a alquilar la ropa necesaria.
💶 Precio: 500 THB
🕓 Horario: todos los días de 8:30 a 15:30
2. Recorrer todos los rincones del Wat Pho
Para muchos, el templo más bonito de Bangkok.

Simplemente espectacular, lleno de detalles y preciosos rincones.
Se trata unos de los templos más importantes y antiguos de la ciudad (se construyó antes de lo que hoy día es la capital) abarcando un inmenso recinto compuesto por varios edificios, patios y jardines en el que lo mejor es dejarse llevar.
No obstante, hay un rincón que se lleva todas las miradas: el Gran Buda Reclinado.
Sorprende como de encajado está en el salón que lo alberga, con sus 46 metros de largo y 15 de alto, siendo imposible no quedarse con la boca abierta.

Bañado en oro, es una delicia visual y todo un imprescindible de Bangkok.
En la planta de los pies hay unas preciosas viñetas hechas a base de incrustaciones de madreperla. Para ser exactos, 108 lák-sà-nà, que son las formas en las que se representa a buda.

Y en la parte posterior del buda, hay una hilera de cuencos (también 108) en el que los fieles van depositando monedas en cada uno de ellos a cambio de la bendición final de buda.
Para ello, previamente hay que cambiar 20 BHT por las 108 moneditas.
No obstante, Wat Pho es mucho más que su Buda Reclinado y como dijimos al principio, se trata de un recinto muy amplio.
Nos sorprendieron la gran cantidad de estupas, pagodas y viharas que tiene, todas minuciosamente decoradas con formas geométricas y detalles de cerámica que dan a lugar a una buena dosis de postureo.
Así lo hicimos entre los 4 Chedis Reales.
Tampoco os podéis perder el Phra Ubosot, la capilla principal en el que están depositadas las cenizas del rey Rama I custodiadas por un gran Buda, Phra Buddha Theva Patimakorn.

Además, hay varias salas que albergan una gran cantidad de estatuas de buda, muchas de ellas traídas desde Ayutthaya y Sukhotai, siendo la mayor colección del país con más de 1.000 figuras.
Por cierto, aquí también está la Escuela de Medicina Tradicional Tailandesa (la primera universidad del país) y que entre otras materias, alberga el Masaje Tailandés, promovido por Rama III para evitar su desaparición.
Así que podrás darte un buen masaje dado por los estudiantes a precio muy económico.
En definitiva, Wat Pho es un top que ver en Bangkok.
💡 Puedes contratar este tour que te llevará al Gran Palacio, al Gran Buda Dorado y al Wat Pho o también este otro tour.
💶 Precio: 100 THB
🕓 Horario: todos los días de 8:00 a 18:30
3. Patearte Chinatown
Chinatown es, a nuestro parecer, el barrio más interesante de todo Bangkok.
Un laberinto de callejuelas, fachadas destartaladas, cables, puestos de comidas, sillas de plásticos en la acera, tuk-tuks, templos y todo lo que puedas imaginar en el que es considerado como el lugar más caótico, ruidoso y contaminado de la ciudad.
Se trata de una de las comunidades chinas más grandes del mundo y aunque llegaron a Bangkok en el siglo XVII, llevan instalados aquí desde el año 1782, cuando Rama I los expulsó de la zona de Ratanakosin, justo donde está hoy día el Gran Palacio.

A pesar de ello, es uno de los barrios históricos y más antiguos de Bangkok y sus habitantes han logrado conservar sus costumbres y tradiciones chinas.

Lejos queda su pasado peligroso, como gran «fumadero» de opio, zona de prostitución y negocio de objetos robados. No diremos que esto todavía no existe en la clandestinidad, pero hoy día, la principal actividad está dedicada al comercio de todo tipo de cosas: alimentación, compraventa de oro, farmacia tradicional china, ropa, falsificaciones, ….

Cuenta con dos calles principales, Charoen Krung y Yaowarat Road, la calle con los cientos de letreros y que es una de las postales más famosas y compartidas de Bangkok.

Nuestra recomendación en visitarlo tanto por el día como por la noche y es que cuenta con dos caras completamente diferentes.
Durante el día, la Chinatown más comercial, visitando mercados como el de Sampeng Line (Old Market) o el Talat Mai (New Market) en plena actividad, repleto de puestos de todo tipo mientras se esquivan a las motos.

Si hay algo que no encuentres en este barrio, es que no existe.
A esta hora, la gente local gana por mayoría y por tanto, es ideal para contemplar la vida cotidiana de los tailandeses.
Ya, al atardecer, los protagonistas son los letreros, con sus coloridos neones y con una extensa oferta de puestos callejeros que invaden ambas aceras de Yaowarat Road y sus calles colindantes.
Es la hora de sentarse en una pequeña silla de plástico y probar algo que no se sabe ni lo que es…

¿Quién dijo miedo?
Os avisamos: es una locura de ruido, olores y tráfico.

Tenemos que confesar una cosa: lo primero que hicimos nada más aterrizar en Bangkok, fue soltar las maletas en el hotel e irnos a comer a uno de estos puestos.
¡Choque cultural!
Pero Chinatown es más que un sitio para comer o comprar, así que no olvides adentrarte en sus callejones o descubrir, entre otras cosas, algunos templos ocultos que no salen ni en las guías de viaje como el Leng Buai Ia Shrine, oculto en una bocacalle.
O el Kuan Yim Shrine, cerca del Buda de Oro.

Para nosotros, uno de los mejores planes de Bangkok.
💡 Puedes apuntarte a este free tour que os llevarán a algunos de los rincones que antes comentábamos.
4. Conocer la sorprendente historia del Gran Buda de Oro
Sin salir el Barrio Chino, mención aparte se merece el impresionante Wat Traimit, el templo que alberga el Gran Buda de Oro.
Este Buda de Oro es una de las estatuas más veneradas por los tailandeses y en parte es, por una increíble historia.

A principios de los años 30, no era más que una estatua de yeso que procedía de Ayutthaya y ubicada en un templo sin importancia al borde del río. El templo se tuvo que destruir, así que trasladaron la estatua a otro templo. En el año 1955, durante unas obras, se requería mover la estatua, pero ésta se cayó de forma fortuita revelando al mundo su verdadero interior: 5 toneladas de oro macizo.
Imaginaos la sorpresa de aquellos trabajadores que pasaron de buscarse un buen lío a ser los héroes de tal descubrimiento. De hecho, durante los primeros instantes, salieron corriendo y no fue hasta el día siguiente cuando, bajo lluvia, asomaba algo brillante.
Y es que la estatua fue revestida de yeso durante los años en el que Ayutthaya era arrasada por los birmanos, evitando que cayera en sus manos.

Lógicamente, ante tal importancia, se construyó un templo acorde con su nuevo estatus, el Wat Traimit y que hoy día es una de las atracciones más visitadas de Bangkok.


📷 Si te gusta la fotografía, justo al lado del templo hay una rotonda con un bonito arco chino (el Chinatown Gate u Odeon Circle). Pues bien, allí hay un edificio de aparcamientos con unas vistas espectaculares del templo y la ciudad. Se trata de uno de los spots fotográficos más conocidos de Bangkok.
💶 Precio: 20 THB
🕓 Horario: 8:00 a 17:00
5. Perderte por el desconocido barrio de Talat Noi
Muy cerca del Templo de Buda de Oro, se extiende el pequeño barrio de Talat Noi que significa «pequeño mercado».

A pesar de seguir perteneciendo a Chinatown, esta zona es mucho menos visitada y es ahí donde está lo verdaderamente interesante.
Y es que se trata de un barrio de gente local. En concreto, de antiguas comunidades chinas (también algunas vietnamitas o portuguesas) que no han olvidado su pasado, conservando su forma de hablar, comida e incluso creencias.

Por tanto, aunque cada vez sea más conocido, sigue siendo un lugar con muy pocos turistas.
Talat Noi está compuesto por varios sois laberínticos en el que es muy fácil perderse y en su interior encontraréis locales destartalados, casas tradicionales, pequeños (pero preciosos) templos y un ambiente muy auténtico.
No obstante, lo que más os llamará la atención es la gran cantidad de piezas de coches que hay amontonadas en los alrededores de la calle Soi Wanit 2, en la zona de Sieng Kong.

Esta zona es un punto importante en el mercado de piezas de repuesto de segunda mano, negocio al que se tuvieron que reconvertir hace décadas los habitantes de aquí cuando el comercio vino a menos.

De esta forma, las aceras están ocupadas por montañas de bujías, engranajes, cajas de cambio, … y por supuesto, un color negrizo de la grasa y aceite que desprenden. Mientras, los trabajadores no paran de dar martillazos o soldar las piezas que le piden desmontar o entregar.

Y por si fuera poco, han dejado abandonados algunos coches antiguos dándole un toque más curioso a la zona.

No es de extrañar, que el lugar más fotografiado del barrio sea este antiguo Fiat 500 oxidado…

Un rincón cuanto menos fotogénico.
Pero además de sus pequeñas calles y piezas mecánicas, Talat Noi se está moviendo para ser el destino hipster de Bangkok y al igual que en otras ciudades del mundo, están reconvirtiendo esta desconocida zona en un punto de arte alternativo, con murales en las calles o cafeterías muy cuquis que funcionan al mismo tiempo como galerías de arte.


Trok San Chao Rong Kueak Alley es uno de estos callejones llenos de murales.


Incluso hay una interesante exposición de fotos de la ciudad instalada en él.
Pero lo dicho, piérdete por sus calles y déjate sorprender por los rincones más bonitos de este barrio como son por ejemplo la Mansión So Heng Tai, la Iglesia Católica del Santo Rosario, el Santuario de Chow Sue Kong o el Templo Rong Kueak.

Sin duda alguna, esta zona es el deleite de cualquier fotógrafo callejero.
💡Si os mola el barrio, podéis hacer este tour guiado que visita, entre otros lugares, parte de Talat Noi.
6. Contemplar los detalles del Wat Arun
Wat Arun o Templo del Amanecer es otro de los tops que visitar sí o sí en Bangkok.
Situado en Thonburi, a orillas del río Chao Phraya (justo enfrente del Wat Pho), es visible desde muchos puntos de la ciudad gracias a su impresionante torre principal (prang) de 82 metros de altura.
La forma de esta torre representa el Monte Meru (el centro del universo para los budistas) en un estilo arquitectónico Khmer (Jemer), el mismo que el de los templos camboyanos. De ahí su apariencia tan diferente al del resto de templos de Bangkok.

Y no es la única, ya que el templo cuenta con otras cuatro de menor tamaño en cada una de las esquinas, decoradas con estatuas de Nayu, el Dios del Viento. Y junto a ellas, 4 pequeñas salas (Mondops) que marcan los puntos cardinales y albergando en su interior los momentos más importantes de Buda.
Pero sin duda, lo que más llama la atención, son los minuciosos mosaicos florales hechos con pequeños trozos de colores (blanco, verdes y rojos) de porcelana china.

Estas porcelanas se usaban como lastre en los antiguos barcos mercantes que iban de Bangkok a China. Hoy día, lucen de maravilla, dejando con la boca abierta a todo aquel que lo admira.
El nombre del templo proviene de Aruna, el Dios hinduista del amanecer y fue construido por el rey Taksin durante los últimos días de Ayutthaya con la idea de afianzar el control en esta zona (como Nueva Ayutthaya) y un lugar para alojar al Buda Esmeralda (antes de ser trasladada al Wat Phra Kaew).
Como curiosidades, decir que fue aquí donde se celebró la primera ordenación de un monje budista occidental (Sean Patrick) o que el templo sale en las monedas de 10 BHT.
Para llegar hasta él, tendréis que coger el ferry público desde el embarcadero de Tha Thien pagando un precio simbólico (4 THB).
Si bien, visitarlo es toda una gozada, no olvides contemplarlo desde la otra orilla del río, sobre todo al atardecer o por la noche.
Es una de las postales más compartidas de la ciudad.
💶 Precio: 50 THB
🕓 Horario: todos los días de 8:00 a 18:00
7. Enamorarte con el olor del Mercado de las Flores
Pak Khlong Talat, ubicado cerca de Chinatown, fue uno de los lugares que más nos gustó de la ciudad, sobre todo por su auténtico ambiente.
No te esperes el clásico mercado de puestos que únicamente venden ramos destinados a eventos familiares.

Aquí encontrarás puestos dedicados, en su mayoría, a la fabricación de ofrendas para los templos o altares.


Toneladas de pétalos y tipos de flores que son minuciosamente tratados por trabajadoras expertas en phuang malai, un estilo de artesanía que consiste en hacer preciosas guirnaldas cosiendo con hilo y aguja.
En su mayoría son guirnaldas de flores de jazmín (blancas) o caléndula (naranjas), las más comunes para las ofrendas.


También destacan los baisri, unas ofrendas con base cónica hechas con hojas de banana y que son un espectáculo visual.

Y tampoco hay que olvidarse de las flores de loto o las orquídeas, con una gran cantidad de variedades en venta.


En definitiva, una explosión de color y olores entremezclados con el vaivén de carretillas, bicicletas y motos cargadas hasta arriba.
Aunque está abierto 24 horas, para verlo en su máximo bullicio hay que ir de madrugada (3 a 4 de la mañana) cuando llegan los camiones y barcos cargados de flores. No obstante, durante la mañana y resto del día, también hay un buen trajín de actividad.

El mercado en sí está instalado en un pabellón cubierto, pero como suele ocurrir, las calles colindantes también están destinadas a este negocio.
Y por supuesto, también se venden otros productos, como frutas, verduras y hortalizas.
Como curiosidad, en su origen, era un gran mercado de pescado, pero el olor trajo las quejas del vecindario. Para evitarlo, se fueron instalando algunos puestos de flores para ir compensándolo. Poco a poco, fueron ganando importancia hasta convertirse en el mayor mercado de flores de Tailandia.
Como podéis imaginar, se consiguen fotos muy auténticas en este lugar.
Sin duda alguna, pura esencia local.
8. Husmear en el Mercado de Amuletos
Ubicado cerca del Gran Palacio y entre las calles Th Maha Rat y Th Phra Chan (junto a la orilla del río Chao Phraya) nos encontramos ante uno de los mercados más singulares de Bangkok.
En él se venden toda clase de amuletos, figuras y talismanes budistas expuestos en oscuros y polvorientos puestos regentados por unos dependientes (y compradores) que con lupa en mano, revisan las piezas hasta al más mínimo detalle.



Es fácil entender la existencia de un mercado de este tipo y es que casi toda la población practica el budismo de forma activa con una gran influencia en su día a día y costumbres.
Entre ellas, está la de portar amuletos para traer buena suerte o protección algo que podrás observar en los cuellos de la población local, en los taxis, casas o cualquier negocio.
Otra de las razones para visitarlo es para poder ver a los monjes budistas a la caza de las mejores piezas brindando algunas escenas muy singulares.
Y que no te engañe la mercancía que se suelen mostrar de cara al público, en el que más bien parece un mercado de baratijas chinas. Las piezas más valiosas, como amuletos que pertenecieron a famosos monjes ya fallecidos o que tienen restos de antiguos templos, están a resguardo.


Obviamente, a turistas como nosotros, ni nos lo muestran y ni llegaremos a entender el por qué de su valía.
Decir que, al menos cuando nosotros estuvimos, no había mucho turista visitando el lugar y por tanto, el ambiente fue bastante auténtico.

9. Visitar todos los mercados posibles
Porque como podéis ver, una de las mejores cosas que hacer en Bangkok es, simplemente, visitar sus mercados.


Sobre todo los de alimentación.
Los hay por todos lados, desde los escondidos de Chinatown hasta los que se instalan por las mañanas en la mayoría de barrios.


Y un consejo fotográfico: madruga y ve a primera hora de la mañana.

Vas a ser testigo de las escenas más cotidianas de Bangkok y prácticamente, el único turista por allí.
Fueron varios los mercados que visitamos, pero el que más nos sorprendió fue el de pescado seco de Tha Tian, uno de los históricos de Bangkok.
Está ubicado justo al lado del Wat Pho y en su interior encontrarás un ambiente oscuro y maloliente por el género que tiene.
Pero que lugar más auténtico, con sus cajas apiladas de madera, los pescados colgando en las estanterías y un suelo que mejor ni mirarlo.

¡Una mina de oro para los que nos gusta la fotografía callejera!
No obstante, si buscas algo «menos» cañero, una buena opción es visitar el inmenso mercado de Chatuchak (abierto solo los fines de semana), unos de los más grande del mundo. Aquí hay de todo.
Lo dicho, visita todos los mercados que puedas.
10. Contemplar buenas vistas desde algún mirador
Subir a alguna terraza para tomar una copa desde las alturas con la ciudad a tus pies es uno de los planes más clásicos y más desde que salió la película Resacón 2.
Hay muchas opciones como la mítica Torre Baiyoke, Vertigo Bar o el Sirocco Bar, este último, precisamente, el que sale en la película.
También está la opción de subir al impresionante torre Mahanakhon, para nosotros, el más bonito de toda la ciudad con sus plantas pixeladas y un mirador con suelo de cristal no apto para los que sufren de vértigo.
💡 Reserva aquí tu entrada al Mahanakhon SkyWalk.
Lamentablemente, no tuvimos oportunidad de subir a ninguna de éstas, pero sí que pudimos disfrutar de las vistas que hay desde el centro comercial Icon Siam.
En la séptima planta hay un pedazo de mirador con vistas a los rascacielos y el río.

11. Dar un paseo en barco
Bangkok está repleta de canales artificiales (klongs) y junto con el río Chao Phraya, que serpentea la ciudad de norte a sur, se ha ganado con todo derecho el apodo de la Venecia de Oriente.

Así que dar un paseo por ellos es un buen plan para conocer la ciudad de una forma muy original.
Lo más barato es subirse a la línea de ferrys públicos (Chao Phraya Express), que por un precio bastante asequible (entre los 10 y 30 THB) te llevarán a los puntos más importantes de la ciudad mientras disfrutas de un excelente paseo por el río.

La otra opción es hacer una excursión en longtail para navegar por los canales menos transitados y que en su mayoría, se adentran en la zona de Thonburi, al otro lado del río.

En este recorrido, podrás ver una cara más desconocida de Bangkok, la de las casas flotantes con un estilo y ritmo de vida de otro siglo.

Estos longtails se pueden contratar en cualquiera de los embarcaderos que hay a lo largo del río, aunque lo más común es hacerlo desde los muelles Chang o Thien, los más cercanos al Gran Palacio.
Cómo no, habrá que regatear, siendo difícil conseguir un precio por debajo de los 1500 THB para un paseo de hora y media.
💡 Si no os apetece regatear o calentaros la cabeza, podéis ir ya desde casa con el paseo en barco contratado. También se puede reservar un crucero por la noche con cena buffet.
12. Disfrutar de su sabrosa comida callejera
Bangkok es la meca de la comida callejera.

Así, sin más.
Ya dijimos que Chinatown, por la noche, se convierte en un desfile de cientos y cientos de puestos callejeros a lo largo de Yaowarat Road.
Pero es que realmente es en toda la ciudad.
Mires por donde mires, habrá un puesto de comida callejera.
Bangkok tiene todo un listado de must a probar, entre ellos, cómo no, el pad thai.

Lo encontrarás por todos lados, pero el que tiene fama de ser el más rico es el de Thip Samai y que no dudamos en probar.

¡Está brutal de bueno!
Pero hay mucho más que pad thai en Bangkok y es tanta la variedad que daría para un único post.

Unos de los puestos que probamos fue Fai-Kaew, ubicado muy cerca de Yaowarat Road.


Comimos de maravilla, incluso la pequeñaja.

Y si quieres probar el mejor helado de coco, os recomendamos Natthaphon, a unos minutos a pie del Gran Palacio.

Pero lo dicho, la lista es interminable, así que lo mejor, es dejarse llevar.

💡 Consejo: la comida en Tailandia es muuuuuuuuuy picante por lo que aconsejamos que cuando se pida la comida, le digáis «mâi pèt» que quiere decir «sin picante».
💡 Si os flipa la buena comida y sois unos auténticos foodies, podéis contratar este tour gastronómico por Chinatown. También os podéis apuntar a este tour gastronómico acompañados por un chef.
13. Intentar conseguir mesa en Jay Fai
Si has visto el documental de Netflix de Streetfood, seguro que sabes de qué estamos hablando.
Jay Fai es un pequeño restaurante que saltó a la fama por haber sido galardonado con una Estrella Michelin (entre otros muchos más premios) y con el documental, se ha hecho aún más famoso.

Además, su dueña, tampoco es que sea muy normal: cocina en la misma puerta del restaurante con una gafas muy llamativas rodeada de sartenes a pleno rendimiento y fuertes llamaradas.

Así es como prepara algunos de los platos más deliciosos de la ciudad, entre ellos la crab omelette, una espectacular tortilla de cangrejo que fue el plato que la llevó a la fama.
Ojo, el precio, unos 1.000 THB, no es precisamente del rango de «comida callejera», pero probar una receta de esta categoría bien merece la pena.
Pero lo complicado aquí es coger mesa y es que hay que apuntarse bien temprano, ya que solo hay un número determinado de comensales.
Y sí, nosotros nos quedamos con las ganas de probarlo…
14. Descubrir por qué hay un Columpio Gigante
Es posible que en uno de vuestros paseos por la ciudad os encontréis ante un gran arco rojo de madera de teca y lo normal, es que le hagáis alguno fotillo y poco más.
Total, hay cosas mucho más interesantes en la ciudad.
Pues ojo, esta estructura de 20 metros de alto es el famoso Columpio Gigante de Bangkok (Sua Ching Cha) y tiene una historia que es «carne» de free tour.
Este columpio tiene su origen en los primeros años de Bangkok y se utilizaba en una ceremonia del Brahmanismo, religión que todavía tenía importancia en aquellos años y que con su balanceo representaba la llegada de Shiva y Vishnu.
En dicha celebración, se ataba en la parte de arriba una bolsa llena de monedas y los hombres, columpiándose, tenían que intentar cogerla mientras el público rezaba y cantaba. Poco a poco se convirtió en tradición, incluso cuando la religión perdió importancia y hasta el año 1935, se siguió celebrando esta festividad. Lo malo, es que los accidentes mortales eran muy comunes, de ahí que se dejara de hacer.
Decir que justo al lado del columpio está el Wat Suthat, otro de los templos reales y que lamentablemente no nos dio tiempo a ver.
15. Disfrutar (o sufrir) el ambiente de Khao San Road
Khao San Road surgió hace décadas como el punto de encuentro de mochileros de todo el mundo, tanto para los que llegaban con el ansia de recorrer el Sudeste Asiático, como para aquellos que les tocaba volver al mundo occidental.
Y por una sencilla razón, era barato y tenían en esta misma calle, todo lo que necesitaban: alojamiento, comida, bares, ropa e incluso la posibilidad conseguir cualquier documento (falsificado) que les hiciera falta…


Pero como suele ocurrir, la calle se fue convirtiendo en lo que es hoy día… una calle ruidosa con bares que luchan por ver quien pone la música más fuerte, relaciones públicas que tratan de venderte de TODO y un ambiente que no deja indiferente a nadie.

No diremos que nos gustó, pero pensamos que sí o sí hay que darse un paseo por aquí.
Porque al final, esto también es Bangkok, la «ciudad loca» que todos nos imaginamos y ésta calle tiene mucho de ello.

Ya veréis los personajes que andan merodeando por esta zona…
16. Posturear en el Templo de Mármol
Y es que se trata de unos de los templos más instagrameables de Bangkok.
Su nombre oficial es Wat Benchamabophit y está construido en un reluciente mármol blanco italiano, de ahí su apodo.
Data de finales del XIX, por tanto es un templo relativamente moderno y además, combina elementos tanto de la arquitectura tailandesa como europeos debido a las influencias occidentales del rey Rama V.



Ciertamente, es un templo precioso y más si os coincide con algún día de lluvia, en el que se crean unos reflejos espectaculares en el suelo.

Además, el contraste del blanco con el rojo y dorado de sus elementos lo hacen aún más bonito.

En el interior del bòth hay una réplica del conocido buda Phra Phuttha Chinnarat de Phitsanulok (una ciudad del norte de Tailandia) con un fondo azul iluminado y con las cenizas del rey Rama V en su base.
Por cierto, este templo aparece en el reverso de las monedas de 5 THB.
💶 Precio: 20 THB
🕓 Horario: 8:00 a 18:00 horas
17. Subirte a un tuk-tuk
Y por supuesto hacerle miles de fotos.
No os vamos a engañar, los tuk-tuks eran una de las cosas que más nos apetecía fotografiar en Bangkok.
Y es que son muuuuuuuy fotogénicos y forman parte del paisaje de la ciudad.

Da igual donde mires, allí habrá un tuk-tuk pasando por la calle o mirándote fijamente…
Por que sí, ese es el lado malo de ellos: son muuuuuuuuy pesados.
Sobre todo en las zonas turísticas.
Pero será algo a lo que os acostumbraréis y con la experiencia, seréis capaces de decirle que no casi con la mirada.
Obviamente, hay que subirse en ellos y es que son toda una experiencia.


¡Están como una cabra!
Hasta nos montamos en uno que llevaba un pajarito en una jaula…

A nuestra pequeña les flipó y no teníamos otra que coger varios al día.

💡 Consejo: antes de regatear el precio, consulta el precio que haya con Bolt o Grab. El precio que te salga, en tuk-tuk se los podrás sacar por algo menos.
18. Andar por los railes del curioso mercado del tren
A poco que hayáis bicheados Instagram con la palabra Bangkok, seguro que os han salido fotos con un tren cruzando por en medio de un mercado.
Correcto, se trata del Mercado de Mae Klong y es uno de los más curiosos del mundo.
Y es que como podéis ver, es un mercado montando literalmente sobre las vías de un tren.


Y sí, el tren pasa unas 8 veces al día y por tanto, tienen que recogerlo todo durante unos minutos.
Es tremendo ver lo justo que pasa el tren, casi rozando los tendederos o pasando por encima de algunos productos, que con una medición de años, quedan intactos.
La cuestión es, qué estuvo antes, ¿el tren o el mercado?
Y la respuesta es el mercado. Y es que cuando el tren llegó a esta zona, lejos de amedrentarse, decidieron mantenerse en el mismo lugar aunque eso les llevase a tener que recoger el mercado cada vez que pasase el tren.

Y allí sigue, intacto y más vivo que nunca.



Obviamente, se trata de un lugar muy turístico pero no os asustéis, en el mercado sigue comprando mucha gente local.
Lo único malo, es que está ubicado a 90 kilómetros de la ciudad, así que hay que invertir tiempo para llegar hasta él.
¿Cómo llegar al mercado del tren?:
- Minivan: es la mejor manera para ir por libre. Para ello, hay dos opciones:
- Estación de Autobuses del sur (Sai Tai Mai), donde cada hora salen furgonetas dirección Mae Klong. Decir que para llegar a la estación, previamente hay que coger un taxi o en bus desde Victory Monument.
- Estación de Autobuses de Mo Chit (norte): hay mucho menos frecuencia
- Taxi: es una opción sencilla pero mucho más cara.
- Excursión: puedes contratar esta excursión combinada al Mercado del Tren y al Mercado Flotante de Damnoen Saduak o esta otra excursión que es mucho más barata. Es la forma más común y sencilla para llegar a ambos y la que elegimos nosotros. También existe la posibilidad de contratar solo la excursión al mercado flotante.
⚠️ Mala experiencia con la excursión: aquí tenemos contar algo que nos fastidió bastante. Y es que la guía, al llegar al mercado, nos dijo que teníamos que estar en el punto de encuentro solo 15 minutos después de haber llegado. Y lo peor, es que no pudimos ver pasar el tren por las vías. ¡Justo lo que queríamos fotografiar! Lo peor, es que aún nos explicamos por qué… Así que aseguraos que no os pase lo mismo.
🕓 Horario del mercado: todos los días de 7:00 a 17:30
🚆 Hora de paso del tren:
- Llegadas: 8:30, 11:10, 14:30 y 17:40
- Salidas: 6:20, 9:00, 11:30 y 15:30
19. Visitar el mercado flotante de Damnoen Saduak
Aprovechando la visita del mercado del tren, no os podéis marchar sin ver este curioso mercado, aunque sea algo bastante turístico.

Porque esta es la realidad del mercado flotante más famoso de la ciudad: ya no es nada auténtico. Todo está dirigido a los turistas y ojo, no solo a los extranjeros, sino también a los propios turistas tailandeses.

Años atrás, este tipo de mercados eran bastante comunes y prácticamente estaban por todos lados. Recordar que Bangkok era conocida como la Venecia de Oriente y por tanto, era la forma más sencilla y lógica para la compra y venta de productos.
Poco a poco fueron desapareciendo y los que han logrado sobrevivir, solo se montan los fines de semana. Salvo éste, de ahí que sea tan turístico.
No obstante, a pesar de ser algo bastante artificial, su visita es muy interesante solo por el hecho de ver como funcionan.

Y es que durante la visita, se recorre el mercado montado en una pequeña barquita tradicional mientras se agolpan decenas de barquitas ofreciendo frutas, verduras, cualquier baratija china y por supuesto, platos de comida recién hechos en las mismas barcas.


Esto fue lo que más nos gustó de la experiencia.


Ni que decir, que desde el punto de vista fotográfico, da mucho juego.
No dudes en aprovechar todo el potencial fotográfico que tiene este lugar.
Si consigues aislar las escenas turísticas, conseguirás fotones.


El mercado está abierto de 7:00 a 14:00 y cuanto antes lleguéis, más auténtica será la experiencia.
Para llegar al mercado desde Bangkok tenéis varias opciones:
- Minivan: al igual que el Mercado del Tren, desde la Estación de Autobuses del Sur (Sai Tai Mai).
- Taxi
- Excursión: contratando la excursión combinada con el Mercado del Tren. También existe una excursión que combina la visita al Mercado del Tren, el Mercado Flotante y una visita exprés a Ayutthaya. Aunque pensamos que esta excursión está demasiado apretada. Eso sí, es muy popular y demandada.
Y si estás en el Mercado del Tren, solo tenéis que subiros a unos songthaew azules que hay a las afueras del mercado y en unos 15/20 minutos llegaréis.
⚠️ Advertencia: en este mercado siempre hay alguien con una serpiente gigante o cualquier otro animal exótico para que te hagas una foto. Por favor, no lo hagáis. La mejor forma de evitar que ocurra esto, es que nadie se haga foto con ellos. Ojalá algún día se prohíba o que simplemente ya no lo hagan porque les sea rentable.

💡 Consejo: si tu visita coincide en fin de semana, intenta visitar algunos de los otros mercados flotantes como por ejemplo el de Amphawa, ya que suelen ser un poco menos turísticos.
20. Y en definitiva, dejarse llevar…
Porque por muchos lugares que os digamos de visitar, la auténtica esencia de Bangkok es dejarse llevar por su energía.
Perderse sin miedo, callejear sin rumbo alguno entrando en templos que no salen en las guías o visitando tiendas sin importar lo que haya dentro y hacerlo solo por el mero hecho de curiosear.

Disfruta del regateo porque al final, a ellos, también les va la marcha y cuanto más le sigas el rollo, mejor irá la negociación.
Intenta comportarte como ellos, como por ejemplo, sonreír mucho.

En este país, una sonrisa es la mejor inversión que puedes hacer, sin importar si es regateando, para pedir una foto o simplemente, para cruzar una calle, incluso por donde no debes.
Vosotros sonreíd y ellos harán lo mismo. 🙂
Lo dicho, Bangkok no solo es para visitar sus monumentos.
Y por supuesto, tratar de comprender su cultura y tradiciones como por ejemplo, la gran importancia que tiene el budismo para ellos.
Esto es palpable todas las mañanas a primera hora, con monjes que salen de todos los rincones en busca de la limosna y mientras bendicen la jornada de todo aquel que les ayuda.

Bangkok es para vivirla intensamente.
Solo de esa manera, comprenderéis el por qué se trata de unas de las capitales más vibrante del planeta.
Información Práctica
¿Cómo ir del aeropuerto de Suvarnabhumi al centro (y viceversa)?
Bangkok cuenta con 2 aeropuertos:
- Don Muang: para los vuelos internos
- Suvarnabhumi: para los vuelos internacionales y está a 30 kilómetros de la ciudad.
Para ir de Suvarnabhumi al centro tienes varias opciones:

- Tren: es la mejor opción y además, la más barata. Fue la que elegimos nosotros.
- Primero se debe coger el Airport Rail Link. Funciona de 5:30 a 0:00 con una frecuencia de 15 minutos y cuesta sólo 45 THB. Importante: hay dos líneas: la Express y la Normal. La única diferencia es que la Express no hace parada alguna hasta Phaya Thai. Por tanto, debéis tenerlo en cuenta según el destino final.
- Dependiendo de donde tengáis el alojamiento, debéis bajaros en Makkasan, donde se conecta con el MRT (parada de Phetchaburi) o en Phraya Thai, donde está la conexión con el BTS. Si el alojamiento está en Khao San Road, lo mejor es bajar en Phaya Thai y coger un taxi directamente (no llega ni el MRT ni el BTS).

- Autobús: tomar el Airport Bus S1 que va de forma directa hasta Khao San Road. Opera de 6:00 a 20:00 y solo cuesta 60 THB. Para cogerlo, en el aeropuerto hay que ir a la Puerta 7 de la Planta 1. Y para la vuelta, en la esquina donde se cruzan las calles Rambuttri y Chakrabongse RD. Lo malo de tomar este bus, es sufrir el infernal tráfico, por lo que el recorrido de una hora, se puede convertir en bastante más. Asegúrate de ir con tiempo.
- Taxi: hay que buscar los oficiales y el precio debe rondar los 10-15 €. No obstante, os recomendamos usar Grab o Bolt, así tendréis menos quebraderos de cabeza. Para la vuelta, utilizamos esta opción, pero al igual que el bus, se sufre el tráfico. Lo pasamos un poco regular, ya que pensábamos que no llegábamos. Si no queréis estos sustos, id en el Airport Rail Link.
- Traslado Privado: opción muy cómoda, pero como siempre, es la más cara. Lo bueno es que ya te estarán esperando en la salida, que después de un viaje tan largo, es de agradecer. Al igual que el taxi, interesa cuando sois varias personas. Puedes contratarlo directamente aquí.
¿Cómo moverse en Bangkok?
Bangkok, como en otras grandes metrópolis, cuenta con todos los medios posibles para moverse. No obstante, en una ciudad tan grande es importante saber las ventajas y desventajas de cada uno de ellos:
- Tuk-tuks: es el medio por excelencia entre los turistas. Para distancias cortas son ideales, además de divertidos. Lo único malo es que hay que estar muy «avispados» para que no nos cuelen un precio alto o nos lleven de «tour» de tiendas. Consiguiendo evitar eso, son un medio de transporte ideal.

- MRT: es el metro subterráneo y además de ser muy barato (comienza en 16 THB y se añaden 2 THB por parada hasta un máximo de 40 THB), no sufre los infames atascos de la ciudad. La gran desventaja es que no pasa por la zona antigua, donde está por ejemplo, el Gran Palacio. La parada más cercana al centro es Sanam Chai, a unos 10 minutos a pie del Wat Pho. Lo que sí es ideal para otras zonas de la ciudad, teniendo paradas en Chinatown, la Estación Central de trenes y toda la zona financiera. Además, tiene conexión con el BTS y el Airport Rail Link.

- BTS: es el futurista Sky Train y al igual que con el MRT, evitarás todos lo atascos. Lo malo es que conecta únicamente la zona oriental de la ciudad donde está, entre otros, el Lumphini Park, la zona financiera o el Mercado de Chatuchak. El precio y funcionamiento es similar al MRT.
Aquí os dejamos un mapa muy sencillo (MRT: línea azul, BTS: línea Verde y Airpor Rail Link: línea Roja):

- Ferrys Públicos: para muchos, la mejor manera para moverse, sobre todo para ir por ejemplo de Khao San Road a los principales templos o incluso llegar hasta Chinatown. El río Chao Praya está repleto de paradas. La gran desventaja, es que nos resultó algo confuso, ya que hay diferentes líneas (naranjas, amarillas, rojas, …) y horarios.
- Autobuses públicos: obviamente, no es la mejor opción ya que son lentos, sucios y se comen los peor del tráfico. Pero como gran ventaja, podrás viajar con lo hace la gente local y eso es sinónimo de buenas escenas cotidianas. Y el precio es casi simbólico (unos 6 THB).
- Taxis: los hay de todos los colores y no suelen ser caros aunque siempre hay que exigir que pongan taxímetro. Si no lo hacen, no os subáis. Una de sus grandes ventajas es que vais fresquitos, de hecho, hasta pasareis frío. Lo malo, como os podéis imaginar, es que os podéis comer un buen atasco.

- Grab y Bolt: son exactamente igual que los taxis, pero con el precio ya prefijado en la app. Nosotros lo utilizamos en varias ocasiones y tenemos que decir que es una opción muy cómoda.
- Alquilar un moto: sinceramente, para Bangkok, no lo aconsejamos. Mucha experiencia tienes que tener para sobrevivir en esta selva de conductores suicidas, jejejej. No obstante, la opción la teneís.
¿Dónde alojarse en Bangkok?
Una buena y difícil pregunta en una ciudad tan grande y variada.
Las zonas más comunes para alojarse son:
- Riverside: es la zona antigua que colinda con el rio Chao Phraya. Encuentra aquí tu mejor opción.
- Pros: tener cerca las atracciones más importantes y buenas vistas al río.
- Contras: pocos alojamientos económicos y oferta limitada de restaurantes por la noche.
- Khao San Road: es la zona mochilera por excelencia, pero hay que evitar a toda costa alojarse en la propia Khao San Road. Lo mejor es hacerlo en las calles colindantes, como por ejemplo en Rambuttri. Encuentra aquí tu mejor opción.
- Pros: cerca de las atracciones principales, a rebosar de alojamientos baratos, muchos restaurantes con buena comida y por supuesto, una gran marcha por la noche.
- Contras: mal comunicada (no llega el MRT ni el BTS), es una zona ruidosa y algunos alojamientos son de muy mala calidad.
- Chinatown: zona interesante si se quiere estar cerca de la estación o bien, tener en la puerta todo lo que ofrece Chinatown, que no es poco. Encuentra aquí tu mejor opción.
- Pros: alojamientos con buena calidad-precio, acceso fácil a lugares interesantes, mucha actividad a primera horas de la noche (puestos callejeros), lejos de los caza-clientes pesados del centro.
- Contras: es una zona ruidosa.
- Sukhumvit: para muchos es una de las zonas preferidas para alojarse ya que se tiene acceso a todo tipo de alojamientos. Encuentra aquí tu mejor opción.
- Pros: gran oferta para todos los bolsillos, acceso fácil al BTS y MRT y muchos restaurantes.
- Contras: está alejado de los principales atractivos de la ciudad, hay mucho ambiente sexpat y es muy turístico.
- Siam: es la zona comercial (donde está por ejemplo el MBK Center) y por tanto tendréis de todo a mano. Encuentra aquí tu mejor opción.
- Pros: mucha actividad comercial, gran oferta de restauración y bien comunicado ya que sigue estando en zona céntrica.
- Contras: alojamiento algo más caros.
- Silom: es la zona financiera y por tanto, tiene también una gran actividad durante el día. Encuentra aquí tu mejor opción.
- Pros: bien comunicada y oferta hotelera sofisticada.
- Contras: está más lejos que las anteriores opciones y por la noche cae bastante la actividad. Poca oferta de alojamientos baratos.
Nuestra experiencia está dividida en 2 alojamientos (uno al principio del viaje y otro al final):
The Quarter Hualamphong
Está ubicado a las puertas de la estación central de trenes y del Odeon Circle de Chinatown.

Lo elegimos por varios motivos: queríamos estar cerca de la estación para el día que teníamos que coger el tren hacia Ayutthaya. Y además, queríamos estar cerca de Chinatown, ya que era lo que más nos apetecía conocer (puestos callejeros, mercados, templos del barrio, …)
Lo pudimos reservar por un precio bastante económico con desayuno incluido.
El hotel cuenta con todas la comodidades, incluso piscina y unas vistas bastante buenas de toda la ciudad.


En cuanto a la habitación, ninguna pega. Todo correcto, salvo el mobiliario, que estaba algo deteriorado y antiguo.

Pero eso a nosotros no nos importa mucho.
Lo importante, el baño, estaba en perfectas condiciones.
Lo recomendamos al 100%.
Lamphu House Bangkok
El segundo alojamiento fue en Lamphu House Bangkok, ubicado en la zona de Khao San Road (en la Rambuttri Street).
Decir que queríamos vivir la experiencia de alojarnos en esta zona y la verdad, es bastante interesante por todo lo que ofrece y la proximidad que hay a las atracciones principales.
Pero lo que es el alojamiento en sí, la verdad es que dejaba mucho que desear, sobre todo la habitación. Y es que era muy pequeña y además no había ventilación alguna por lo que la las toallas de la ducha no se secaban por mucho que uno quisiera. Tampoco tienen aire acondicionado, contando solo con ventilador.
De las zonas comunes, lo único salvable es su patio interior, todo un remanso de paz en el caos de la ciudad.

Como punto a favor, el último día nos dejaron ducharnos por la tarde, a pesar de haber hecho el check-out por la mañana. Así que pudimos coger el avión bien limpitos y eso se agradece y mucho.
Bangkok con niños
Cuando fuimos nosotros, Alba tenía solo 3 años y no os vamos a negar que nos daba un poco de pánico la idea.
El calor, el tráfico, el ruido e incluso los olores no son precisamente las condiciones idóneas para un niño pequeño.
Pero la verdad, es que Alba lo llevó muy bien y aunque para ella fue la parte más dura del viaje, lo superó sin problema alguno.
Aquí van una serie de consejos:
- Agua siempre a mano: creo que no hace falta ni recordarlo pero es sin duda el consejo número uno. Tienen que beber aguar constantemente.
- Protección solar + repelente de mosquitos: siempre, al salir del hotel, tienen que estar embadurnados de los dos productos. No vais a tener problema para encontrarlos ya que en los 7-Eleven los venden.
- Gorra o sombrero: el calor es infernal durante el día. Intentad siempre ir por la sombra y cuando no haya, que tengan siempre la cabeza protegida.
- Carritos NO: era una de nuestras grandes dudas. Si llevar o no carro al viaje. Aquí depende mucho de cada caso, pero Alba llevaba ya meses sin usarlo pero claro, en un viaje de dos semanas y buenas pateadas… Al final decidimos no llevarlo tirando de porteo para cuando hiciera falta. ¡Qué acierto!. Y es que Bangkok es una locura para ir con carrito. La aceras están siempre ocupadas y casi no existen, los accesos no están apenas adaptados, … Vamos, es una locura. Se puede ir con carrito, pero será una tortura.
- Cuidado con el tráfico: siempre con mil ojos y de la mano. No hay lugar seguro, desde el punto de vista del tráfico. Motos, coches o bicicletas se cruzan sin parar. El único sitio donde podéis estar más tranquilos es en el interior de los templos, ya que siempre cuenta con amplios jardines.
- Comida: siempre sin picante y ante la duda, elegir otra cosa. Siempre encontraréis opciones «occidentales». El arroz hervido será vuestro comodín.
Como podéis ver, son consejos muy básicos y de sentido común.
Pero no os preocupéis, seguro que os irá genial is vais con un enano… 🙂
Seguro de viaje
No os olvidéis que en un viaje de estas características, sí o sí debéis contratar un seguro de viaje para cubriros antes cualquier problema o accidente.
Es lo primero que debéis contratar tras sacar los vuelos.
Nosotros siempre confiamos en Iati Seguros que además tienen el producto Iati Familia, que incluye coberturas específicas para los pequeños.
Consigue aquí un descuento del 5% en cualquier seguro de Iati.
Hasta aquí llega esta completa guía de una ciudad que como habéis podido comprobar, es mucho más que una escala «obligada» para visitar el resto de Tailandia o el Sudeste Asiático.
¡Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros!.
ขอขอบคุณ! (Kop Kung Krap!),
¡Gracias!
2 comentarios en “20 cosas que ver y hacer en Bangkok en 3 días”