25 cosas que ver y hacer en Gran Canaria en una semana

La isla de Gran Canaria es la más poblada del archipiélago canario y en ella podrás encontrar una gran variedad de paisajes y atractivos.

No es de extrañar que se haya ganado el apodo de «continente en miniatura».

Volcanes extinguidos, un mar de impresionantes dunas, pueblos blancos, barrancos que cortan la respiración, montañas de hasta 2.000 metros de altura, piscinas naturales, playas de todos los colores, una capital llena vida y por supuesto, buena gastronomía.

En definitiva, una destino muy completo que gustará a cualquier tipo de viajero.

Y a ello, hay que sumarle un clima templado durante todo el año que la hacen apetecible sin importar el mes en el que estemos.

Después de Fuerteventura, Gran Canaria ha sido nuestra segunda vez en el archipiélago y ha hecho enamorarnos aún más de esta tierra y a la vez, la necesidad de visitar el resto de las islas.

En esta entrada le vamos a dar un buen repaso a toda Gran Canaria, enumerando algunos de los rincones más imprescindibles que debéis visitar al menos en una semana.

Y si vais menos días, tan solo tenéis que elegir:

  1. Las Palmas de Gran Canaria
  2. Playa de las Canteras
  3. Piscinas naturales del norte
  4. Caleta de Arriba
  5. Península de Sardina
  6. Puerto de las Nieves
  7. Mirador del Balcón
  8. Puerto de la Aldea
  9. Arucas
  10. Teror
  11. Gastronomia
  12. Interior de Gran Canaria
  13. Tejeda
  14. Roque Nublo
  15. Picos de las Nieves
  16. Bufadero de la Garita
  17. Tufia y Ojos de Garza
  18. Agüimes
  19. Barranco de las Vacas
  20. Arinaga
  21. Salinas de Tenefé
  22. Dunas de Maspalomas
  23. Fataga
  24. Playas del sur
  25. Puerto de Mogán

1. Recorrer las calles de Las Palmas de Gran Canaria

El mejor punto de partida para recorrer la isla es visitando su capital, Las Palmas de Gran Canaria.

La ciudad más poblada de todo el archipiélago canario tiene mucho que ofrecer, por lo que seguro que no os aburriréis ni un segundo.

La parte más interesante de la ciudad es el barrio de Vegueta, su zona histórica.

Adentrarse en este barrio es cómo viajar a cualquier ciudad de Latinoamérica, con sus bonitas y adoquinadas callejuelas y casas coloniales de colores que son toda una delicia visual.

No os perdáis la Casa Museo de Colón, que cuenta con más de 500 años y fue la residencia de los gobernadores.

Tampoco la coqueta Plaza del Pilar Nuevo.

No obstante, la joya arquitectónica de la ciudad es la Catedral de Santa Ana.

Se puede contemplar perfectamente desde la plaza homónima junto con las estatuas de 8 perros que custodian la catedral desde el 1895.

Los monumentos están muy bien, pero para observar el día a día de los locales, nada mejor que dar un paseo por el Mercado de Vegueta.

Enamorarse de sus coloridos puestos de frutas o comprar buenos productos locales.

Y para terminar, un paseo por el barrio de Triana, la otra zona histórica, de estilo modernista y epicentro comercial de la ciudad.

💡 Para una buena toma de contacto de la ciudad puedes reservar este free tour por Las Palmas de Gran Canaria. Y sí sois de los que os gustan los misterios y leyendas podéis reservar este tour teatralizado.

2. Pasear por la Playa de las Canteras

Aunque pertenece a Las Palmas de Gran Canaria, la Playa de las Canteras bien merece mención a parte.

Con permiso de Maspalomas, es sin duda, la playa más conocida y famosa de la isla. Y para muchos, una de las playas urbanas más bonitas de Europa.

Y posiblemente, no les falta razón.

Nosotros no tuvimos mucha fortuna con el tiempo y nos tocó verla con algo de mala mar, pero esto no suele ser así.

De hecho, dispone de un arrecife natural («La Barra de las Canteras«) que protege la playa y durante la marea baja convirtiéndola, prácticamente, en una gigantesca piscina.

Si os coincide mal tiempo, no pasa nada y es que el otro gran atractivo de La Playa de las Canteras es su lado más «surfero».

Para ello, hay que ir a la parte izquierda de la playa, cerca del Auditorio Alfredo Kraus.

Allí la arena es completamente negra (incluso brilla) y practiquéis o no surf, seguro que disfrutáis de un buen rato.

Y por cierto, en La Playa de las Canteras se contempla uno de los mejores atardeceres de la isla, así que ya sabéis.

💡 Para conocer a fondo esta parte de la ciudad y los secretos que esconde, reserva este free tour por Las Canteras.

3. Darte un baño en las piscinas naturales del norte

El norte de Gran Canaria está salpicado de un gran número de piscinas naturales.

En casi cualquier parte se tiene cerca alguna que otra piscina natural y es que en esta abrupta costa, el baño casi solo es posible de esta manera.

Una de ellas es la piscina natural de Los Charcones, en el barrio de Bañaderos.

Un poco más la Oeste tenéis El Charco de San Lorenzo que por cierto, tiene vistas al curioso barrio de El Roque, levantado literalmente sobre un acantilado.

Pero lo dicho, no son las únicas piscinas de la zona.

Esta zona también es muy frecuentada por los surferos, sobre todo la Playa de San Andrés y Quintanilla, aunque en los días que fuimos nosotros, la mar no estaba por la labor.

4. Visitar la aldea de Caleta de Arriba

Oculto entre parcelas de plataneras e invernaderos, Caleta de Arriba fue una de las gratas sorpresas de Gran Canaria.

Perteneciente al municipio de Gáldar, es un pequeño barrio de pescadores encaramado a un acantilado y como en otras poblaciones de la isla, les importa bien poco que el agua del mar casi entre en sus puertas.

Sinceramente, la población no es que sea bonita, más bien un conjunto de casas que se fueron levantando sin orden alguno. Pero lo que si impresiona es su ubicación y si tienes la oportunidad de volar un dron, podrás conseguir un plano cenital muy chulo. Lástima que había un fuerte viento que nos obligó a dejar el dron guardado en la mochila.

Pero no os traemos aquí solo por el pueblo, sino también por visitar uno de los spots de bodyboard más famosos del mundo: el Frontón.

Una auténtica locura de sitio solo aptos para experimentados y que es mejor observar desde la lejanía.

Ver como surfean su tubo perfecto es una delicia, quedándote embobado con el espectáculo.

Pero además, aquí también hay planes para los más comodones como por ejemplo, darse un tranquilo baño en la piscina natural de La Guancha.

Y si se prefiere playa, aquí está la del Agujero, una de las pocas que hay en el norte libre de piedras.

5. Recorrer la Península de Sardina

Al noroeste de la isla se encuentra la Península de Sardina, que cuenta con rincones muy interesantes.

Lo primero, visitar el Puerto Sardina que cuenta con varias playas urbanas de aguas cristalinas que con buen tiempo, permite realizar un buen snorkel.

En especial, la Playa El Roquete que precisamente, al ser una playa de guijarros, su agua es completamente transparente.

Si seguimos un poco más hacia el sur, llegamos a El Farallón, un lugar no apto para los que sufren de vértigo.

Para acceder a estos acantilados que cortan la respiración, hay que tomar una pista de tierra que sale de entre las plataneras hasta llegar a una quesería.

Y para terminar, nada mejor que disfrutar de un buen atardecer desde el Faro de Punta Sardina, uno de los mejores puntos de la isla para ello.

En sí mismo es un excelente mirador de toda esta franja costera y además, bajando por las piedras (con cuidado) podrás llegar piscinas naturales salvajes como ésta.

Que no te engañe la perspectiva, en esta pequeña poza entra perfectamente una persona.

6. Comer buen pescado en el Puerto de las Nieves

Nos desplazamos al Valle de Agaete para visitar el Puerto de las Nieves, un pequeño pueblo pesquero ubicado a los pies de los impresionantes acantilados de Tamadaba, en especial el risco de Faneque (uno de los más altos de mundo).

A pesar de ser la terminal de los ferrys exprés a Tenerife, la parte más antigua del pueblo todavía conserva sus típicas casitas bajas blanquiazules y detalles marineros.

Su playa es de pequeños guijarros pero a cambio, podrás saltar desde el muelle a un agua completamente cristalina.

Hace años, el Puerto de las Nieves era también conocido por su caprichoso ‘Dedo de Dios». Una formación rocosa que desafiaba la ley de la gravedad y que en 2005 fue arrasado por un temporal.

Lo que si sigue estando es el famoso Restaurante El Dedo de Dios en el que se come muy bien, sobre todo el pescado fresco (al igual que en el resto de restaurantes del pueblo).

Y por cierto, no os vayáis sin antes visitar las piscinas naturales de Agaete, ubicadas a unos 10 minutos a pie desde el pueblo.

7. Asomarte al vacío desde el Mirador del Balcón

El Mirador del Balcón es uno de esos lugares que te ponen en tu sitio.

Como su propio nombre indica, se trata de un balcón que se asoma a la inmensidad del océano desde el borde de los acantilados.

Además, desde allí, podrás contemplar la curiosa «Cola de Dragón» que han creado los acantilados.

Poca broma aquí con hacer el tonto.

📷 Si vais con cuidado, desde el propio mirador hay un pequeño camino de apenas 20 metros con un encuadre perfecto el mirador.

🧭 Como llegar: sí o sí hay que comerse muchas curvas, da igual desde donde vengas y es que está ubicado en la temida GC-200, también llamada Andén Verde. Estrecha, llena de curvas y al borde del precipicio, se ha ganado su fama con una alta siniestralidad. De hecho, un tramo tuvo que ser cerrado por los constantes desprendimientos.

8. Relajarte en el Puerto de la Aldea

Cerca del Mirador del Balcón está La Aldea de San Nicolás, uno de los pueblos más aislados de la isla, en el que como podéis imaginar, para llegar hay que comerse un buen trayecto de carretera.

A pesar de estar tan alejado, os recomendamos hacer una breve parada en su aldea costera desde el que también se disfruta de un buen atardecer con un ambiente muy relajado y agradable.

9. Visitar la cuna del ron canario: Arucas

Arucas, ubicado en el norte de la isla, es uno de los pueblos que hay que visitar en Gran Canaria.

Todo el mundo lo conoce por su ron Arehucas, cuya fábrica se puede visitar (y cómo no, catar su ron). Podéis reservar la visita directamente desde este enlace.

Pero por lo que realmente merece la pena la visita es por la llamativa parroquia de San Juan Bautista, construida en el siglo XIX y considerada por muchos como catedral.

Llama la atención su estilo gótico y la piedra negra con la que fue construida, la misma que se usó en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria.

Pasea también por su casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico. La calle León y Castillo es la que más vida tiene.

10. Subir hasta el pueblo de Teror

Teror es otro de los pueblos que se suelen visitar en el norte de la isla.

Lo más destacable de él es su calle principal, repleta de coloridas casas coloniales y típicos balcones canarios de madera.

La calle desemboca en la Basílica de Nuestra Señora del Pino, una de las más importantes de la isla.

Y ojo, no os vayáis sin antes probar (y comprar) el famoso chorizo de Teror.

Parada interesante si pilla de camino al interior.

11. Disfrutar de su gastronomia

Si habéis estado en alguna isla canaria, ya sabréis que en este archipiélago se come muy bien y para los que no, solo os decimos que os vais a enamorar de su gastronomía.

El buen pescado no falta nunca en las cartas de los restaurantes de los pueblos de costa, como en el antes mencionado Puerto de las Nieves.

Y el que dice pescado, dice también gambas al ajillo, mejillones, lapas, …

Todo lo anterior es top, pero nuestro mayor vicio en la isla fueron las papas arrugadas.

Perdimos la cuenta la de veces que lo pedimos.

Tampoco podéis iros sin probar el exquisito queso local (Moya, Guía, Valsequillo, …) o el famoso queso majorero de la vecina isla de Fuerteventura.

Al natural, a la plancha o frito. Igual de bueno.

De las cosas típicas que no probamos, básicamente porque no nos apetecía, fueron el gofio y la ropa vieja pero no podíamos quedarnos sin mencionarlo.

Para refrescarnos y aliviar la comida, tenemos las dos cervezas más famosas e importantes de las islas canarias: Dorada y Tropical.

¡Nosotros somos más de Tropical!

Y para terminar, un buen postre. Os recomendamos probar el polvito uruguayo.

¡Espectacular la gastronomia canaria!

12. Recorrer el interior de Gran Canaria

Adentrarse en el interior de Gran Canaria supone pararse cada cierto tiempo en los incontables miradores que ofrecen unas vistas de infarto.

El Mirador Astronómico de Pinos de Gáldar es uno de ellos, con vistas al Monumento Natural del Montañón Negro, un volcán que entró en erupción hace tres mil años.

Se puede contemplar perfectamente el cráter, rodeado a su vez de pinos centenarios y vistas a todo el norte de la isla.

Otra parada que no debe faltar es el Mirador Degollada de las Palomas, con vistas panorámicas a toda la Caldera de Tejeda.

Un lugar impresionante.

O el Mirador Degollada de la Becerra, con unas vistas parecidas al anterior pero desde otra perspectiva.

En este recorrido por el interior, os recomendamos que incluyáis también la pequeña población de Artenara, que gracias a su ubicación es ya de por sí un gran mirador.

De hecho, allí está el Mirador al Barranco Grande, aunque todo el mundo lo conoce como el Mirador de Unamuno, con su estatua mirando hacia el dramático paisaje.

Uno entiende aquí porqué el escritor definió este lugar como «tempestad petrificada».

En Artenara también podrás visitar algunas casas cueva, contando con un Museo Etnográfico que permite conocer como era la vida tradicional en estas viviendas.

13. Enamorarte de Tejeda

Seguimos de ruta por el interior de Gran Canaria para hacer una parada obligada: el pueblo Tejeda.

Considerado como el más bonito de la isla y dentro del top de pueblos españoles, está ubicado en el interior de una caldera volcánica y a los pies del Roque Bentayga.

Ya desde lejos, impresiona ver como sus casas blancas se desprenden a lo largo del barranco.

Lo mejor es perderse por sus callejuelas, fijarse en los detalles y disfrutar de la vida tranquila pueblerina.

Y cómo no, hay que probar los dulces de la famosa Dulcería Nublo. Un clásico que ofrece todo tipo de especialidades con la almendra como protagonista.

Visto el pueblo, os volvemos a animar a visitar los miradores que hay en los alrededores, en particular el del Parador de Cruz de Tejeda.

Este lugar marca el centro geográfico de la isla y como en el resto de miradores de la zona, las vistas son…

Y ya, si te alojas en el parador, tendrás a tu disposición esta piscinita…

14. Ascender hasta el Roque Nublo

El Roque Nublo es la formación geológica más famosa y emblemática de Gran Canaria.

Situado en el centro de la isla y visible desde casi cualquier punto del interior, es de esos atractivos que ya de por sí solo hacen merecer la pena visitar la isla.

Con casi 90 metros de altura, es uno de los monolitos más altos del mundo y lugar de culto para los guanches (aborígenes). Por tanto su valor histórico es también muy importante.

Lo mejor, es que para llegar hasta su base es bastante «sencillo». Se trata de una pequeña rutita de unos 30/45 minutos que parte desde el aparcamiento de Degollada de la Goleta y que cuenta con algunos tramos algo empinados pero que no requiere dificultad. De hecho, subimos con Alba, que tenía casi 4 años y con Lorena embarazada de unos 5 meses.

El esfuerzo bien merece la pena, ya que no solo os brindará la oportunidad de poder ver de cerca y tocar el roque, algo que impresiona, sino también por las espectaculares vistas que se obtienen desde allí pudiendo visualizar la vecina isla de Tenerife, los valles más impresionantes de Gran Canaria e incluso el mar.

Lo mejor es hacerlo bien temprano o al final del día para contemplar el atardecer.

15. Contemplar el atardecer desde el Pico de las Nieves

El Pico de las Nieves, con 1948 metros, es el lugar más alto de la isla y como ya podéis imaginar, las vistas desde aquí son una locura.

Por suerte (o no) se puede llegar fácilmente en coche hasta el mirador del Pico de los Pozos de las Nieves.

No hace falta decir que la mejor hora para subir es al atardecer (o amanecer) para disfrutar de una luz mágica.

Desde allí podréis ver toda la isla si el mar de nubes no os lo fastidia. Y si lo hace, podréis disfrutar de ese mar de nubes en el que solo sobresale el Roque Nublo, el Roque Bentayga y el Teide en la lejanía.

Y para los más atrevidos, desde el propio parking hay un pequeño sendero (no señalizado) que os llevará a uno de los encuadres más espectaculares de la isla: la Ventana del Morro.

Tuve la suerte que había una pareja haciendo fotos y obviamente, yo aproveché la oportunidad.

⚠️ Importante: llevar algo de abrigo ya que aquí arriba hay una notable diferencia de temperatura con respecto a la costa.

💡 Para los que no dispongan de coche propio, podéis contratar esta excursión que incluye la visita a Teror, Roque Nublo y Picos de las Nieves.

16. Asomarte al Bufadero de la Garita

En algunos de los desplazamientos norte/sur por la carretera principal, os recomendamos a que hagáis una breve parada en La Garita para contemplar uno de esos fenómenos chulos de la naturaleza.

Se trata de un bufadero y para quien no lo sepa, son unas oquedades que se forman caprichosamente en las costas y que con la fuerza del mar, produce un efecto géiser.

¿Impresiona?

Mucho.

¿Hay que tener cuidado?

También.

⚠️ Importante: para poder disfrutar del fenómeno, hay que visitarlo durante la marea alta.

Lo alrededores del Bufadero también son muy interesantes con una franja costera repleta de tubos volcánicos, columnas de basalto y alguna que otra playa.

17. Visitar las playas de Tufia y Ojos de Garza

También a medio camino entre el norte y el sur, y prácticamente al lado del aeropuerto, podemos visitar dos playas bastante peculiares: Tufia y Ojos de Garza.

Ambas tienen algo en común: con marea alta la playa desaparece y el agua se adentra entre los callejones de las casas, algo que sinceramente, llama mucho la atención.

Tufia es uno de los puntos más instagrameables de la isla gracias a su coqueta y pequeña aldea de casitas marineras blancas, algunas casas cueva y un sin fin de detalles.

Bañarte, incluso con marea baja, no es del todo recomendable, pero las vistas y el ambiente bien merece una parada.

En cuanto a Ojos de Garza, decir que es bastante parecida a la anterior aunque no es tan vistosa.

Eso sí, con marea baja podéis daros un buen paseo por la orilla mientras los aviones casi os roza la coronilla.

18. Maravillarte con los colores de Agüimes

Agüimes fue otra de las gratas sorpresas del viaje.

No esperábamos mucho de este pueblo y nos encontramos con una lugar bastante auténtico y que da mucho juego para las fotos.

Su zona histórica ha conseguido preservar la arquitectura tradicional canaria, con casas coloniales de colores y fachadas de piedras.

Además, en sus calles se han instalado varias esculturas que representan escenas y elementos cotidianos de antaño, algo que les gustará mucho a los peques, en especial el camello o el burrito.

19. Sentirte en Arizona en el Barranco de las Vacas

Muy cerca de Agüimes se encuentra uno de esos rincones que se han hecho famoso por Instagram.

Hablamos del Barranco de las Vacas y sus Tobas de Colores, una especie de Antelope Canyon en miniatura que como podéis imaginar, da para algunas buenas fotos.

Avisamos: el lugar es muy pequeño y lo peor, es que se «peta» de lo lindo.

Por tanto, lo más aconsejable es ir a primera o última hora del día para, primero, poder aparcar en la carretera y segundo, disfrutarlo con algo más de tranquilidad.

El acceso es muy sencillo, con un sendero de apenas unos 5 o 10 minutos de recorrido.

Todo el mundo viene a hacerse la típica foto encima de la roca, pero no os olvidéis de las preciosas texturas que ha moldeado el agua con el paso del tiempo.

Sabiendo todo esto, seguro que os gusta este parada cuanto menos curiosa.

🧭 Cómo llegar: en google maps debéis poner «Tobas de colores del Barranco de las Vacas» o bien buscar esta localización. Lo único malo es aparcar y es que apenas hay un par de plazas en la inmediaciones de la carretera. Si no hay hueco, seguid un poco más arriba de la carretera y dejáis el coche donde podáis.

20. Visitar la franja costera de Arinaga

Seguimos dentro del municipio de Agüimes para visitar uno de los tramos más interesantes y menos turísticos del Este de Gran Canaria: la costa de Arinaga.

Nos da la bienvenida el Faro de Arinaga uno de más pequeños de la isla desde el que se puede disfrutar de un bonito amanecer desde su base.

Un poco más adelante llegaréis a la Playa del Cabrón. Sí, está bien escrito y a pesar del nombre, esta pequeña cala está muy bien.

Al igual que Tufia y Ojos de Garza, hay un pequeño conjunto de casas levantadas a pie del agua.

📷 Si te gusta la fotografía de paisaje, un poco más adelante de la Playa del Cabrón hay un pequeño arco natural de piedra y en el que se puede encajar el faro en la lejanía. Y si a ello, le sumamos una larga exposición, quedará una foto tan molona como ésta:

21. Posturear en las Salinas de Tenefé

Nos desplazamos un poco más al sur hasta llegar a la pequeña localidad de Pozo Izquierdo.

Estamos antes una de las zonas más ventosas de la isla y por consiguiente, uno de los puntos más aclamados mundialmente para la práctica del windsurf.

Pero nosotros os hemos traído aquí para visitar una de las salinas más bonitas (y en activo) de Gran Canaria: las Salinas de Tenefé.

Construidas a finales del siglo XVIII, llevan más de 250 años extrayendo la sal de forma tradicional, motivo por el que ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

En estas salinas, el agua del mar, a través de las mareas, entra por un canal y se envía (en distintas fases) a algunos de los 386 pozos cristalizadores, todos ellos recubiertos de una arcilla que lo hacen impermeables. De ahí el color rojizo en algunos de los pozos.

La verdad es que el sitio mola mucho y además, es muy fotogénico.

Decir que las salinas están abierta al público durante todo el día y de forma gratuita.

22. Recorrer las Dunas de Maspalomas

La Dunas de Maspalomas es el lugar más famoso de Gran Canaria y si nos dais el permiso, el más espectacular.

Es increíble ver lo caprichosa que es la madre naturaleza, capaz de crear un desierto en toda regla pero a pequeña escala.

Reservad unas cuantas horas para visitarlo porque entre subidas y bajadas de las dunas, saltos, croqueting y cómo no, una buena dosis de postureo, se os va a pasar el tiempo volando.

Decir también que es bastante extenso, con unas 400 hectáreas, por lo que tal vez tengáis dudas por cual zona entrar.

Don’t worry, aquí estamos nosotros para ayudar: entrad por la zona del Hotel Riu, justo donde está el mirador de las dunas y el centro de información turística.

Aquí están las dunas más altas y espectaculares pero, lamentablemente, donde también está todo el mundo.

No os quedéis todo el rato allí. Hay que adentrarse un poco más hacia dentro, donde ya poca gente llega. Allí es cuando tendréis la sensación de estar en un desierto, con una sucesión de dunas y dunas que mueren en el mar.

📷 Si queréis conseguir las mejores fotos, venid al amanecer. Tendréis las dunas para vosotros solos (tal vez solo haya también algún que otro loquillo/a por las fotos como nosotros). Además, si durante la noche ha habido algo de viento, las dunas estarán completamente libre de pisadas. Las texturas y la luz serán mágicas. Lograréis una sesión de fotos profesional.

Por cierto, respetad las zonas acotadas y no olvidéis que estamos ante un Reserva Natural que debemos preservar entre todos.

Decir también que aquí encontrarás la Playa del Inglés, una de las más famosas de la isla y por tanto, bastante masificada. Eso sí, cuanto más os vayáis hacia el Oeste, más solitaria estará, en la ya denominada Playa de Maspalomas.

💡 Si os apetece ir acompañados y conocer todos los detalles de este único lugar, podéis reservar este free tour por Maspalomas.

23. Visitar el coqueto pueblo de Fataga

Fataga es otro de esos pueblos pequeñitos que hay que visitar sí o sí.

Encajado en un valle rodeado de palmeras, su casitas blancas y detalles os van a enamorar.

Se puede decir que es uno de los rincones de Gran Canaria que mejor ha conservado la esencia rural, con un entramado de callejuelas muy auténticas que no ha sucumbido aun al turismo.

¿Qué os parece?

Además, si se viene desde Maspalomas, a mitad de camino está el Mirador Astronómico Degollada de las Yeguas con unas vistas impresionantes.

24. Disfrutar del buen clima de las playas del sur

Tenemos que decir, aunque ya lo habéis podido deducir a lo largo de la entrada, que las playas de Gran Canaria no son las mejores. De hecho, comparadas con las de su vecina de Fuerteventura quedan muy por debajo.

Buena culpa de ello es la salvajada urbanística que durante los años 60 destrozaron para siempre el perfil de la zona sur de la isla.

Hoteles y más hoteles fueron construidos (y se siguen construyendo) con el afán de ofrecer el «eterno verano» a los turistas del norte de Europa.

Por tanto, en el sur, olvidaos prácticamente de las zonas costeras vírgenes.

A cambio, se levantaron varias playas «artificiales» de arena blanca/dorada en el que el baño es más que placentero.

Hablamos de playas como Anfi de Mar o Amadores.

Nosotros estuvimos en Amadores, una playa con forma de media luna y que sinceramente, nos gustó bastante.

Tuvimos suerte de que no estuviera muy llena y además, el color del agua estaba precioso.

Y lo mejor, es que son ideales para las niños pequeños.

Por tanto, y sabiendo lo que uno se va a encontrar en los alrededores de la playa, recomendamos echar un buen rato en ellas.

No obstante, si os negáis rotundamente a este tipo de playas, decir que existen algunas zonas «vírgenes» como por ejemplo, la franja costera que hay entre Arguineguín y Playa Melonera. En ella, se encuentran la Playa Montaña de Arena, Las Carpinteras o la de Triana.

O no tan vírgenes pero libre de cemento como por ejemplo la Playa de Tauro.

Lo dicho, opciones no os van a faltar.

💡 Para conocer la costa desde otra perspectiva, reserva este paseo en catamarán por la costa de Puerto Rico o bien, esta excursión para el avistamiento de cetáceos.

25. Pasear por el Puerto de Mogán

Ponemos punto y final con otro de los must de la isla, el inconfundible y pintoresco Puerto de Mogan.

Un oasis de casas blancas y bordes de colores, calles peatonales y un montón de buganvillas que son todo un alivio visual entre tantos hoteles sin personalidad alguna.

Aquí, lo que toca, es buena dosis de postureo.

💡 Si el puerto os sabe a poco, reservad este paseo en barco con snorkel.

Una vez visto el puerto, os aconsejamos tomar de nuevo la carretera GC-200 y recorrer el impresionante Barranco de Mogán pasando por el propio pueblo de Mogán y llegar a otro de los curiosos fenómenos naturales que esconde la isla: la Fuente de los Azulejos de Veneguera.

Como ya hemos comentado a lo largo de la entrada, el pasado volcánico de la isla siempre está presente y en este lugar lo hace en forma de colores: verdes, ocres, rojizos y azulados.

No es más que roca erosionada que ha permitido sacar a la luz algunas capas geológicas repletas de minerales.

Todo un Punto de Interés Geológico y como imagináis, spot instagrameable.

Información Práctica

Cómo moverse en Gran Canaria

Gran Canaria cuenta con una extensa red de autobuses públicos o como ellos lo llaman, guaguas. Pero estos autobuses no llegan a todos lados además de una frecuencia limitada, por lo que se perdería mucho tiempo.

Como podéis haber visto a lo largo de la entrada, lo interesante de Gran Canaria es ir moviéndose con libertad por toda la isla, por lo que es prácticamente obligado disponer de coche.

Por suerte, hay una gran oferta de coches de alquiler y el precio no están alto como por ejemplo en las Islas Baleares.

Nosotros reservamos con Cicar, empresa de toda la vida que opera en las Islas Canarias y que posiblemente tenga la mejor relación calidad precio con seguro a Todo Riesgo incluido en el precio o extras como silla de bebé sin coste adicional.

No obstante, si queréis echarle un vistazo a resto de compañías, podéis comparar y reservar de forma sencilla desde este enlace.

¿Dónde alojarse en Gran Canaria?

Gran Canaria cuenta con una de las ofertas hoteleras más extensas y salvo en épocas muy marcadas, siempre vais a tener opciones de alojamiento disponibles y para todos los bolsillos.

La gran duda de siempre es en qué parte de la isla alojarse.

Si vuestra intención es estar relajado durante todo el viaje y moveros poco, lo mejor es hacerlo en el Sur, donde se concentran la mayoría de hoteles tipo «todo incluido».

Reserva el alojamiento en el sur al mejor precio.

Si en cambio, queréis recorrer la isla de arriba a abajo, la opción más inteligente es alojarse en el Norte, como por ejemplo en Las Palmas, ya que cuenta con mejores conexiones.

Reserva el alojamiento en el norte al mejor precio.

Tampoco hay que olvidar la opción de alojarse en el interior de la isla, sobre todo si queréis huir de las aglomeraciones y el turismo masivo para disfrutar de una experiencia completamente rural.

Pero bajo nuestra opinión, lo mejor es alojarse unos días en el norte y otros en el sur.

Eso fue lo que hicimos nosotros.

De esta forma, organizáis las visitas de forma más planificada y ahorráis tiempo de carretera. Y es que la isla, a pesar de ser pequeña, debido a su orografía implica trayectos de hasta varias horas.

Las 5 primeras noches estuvimos en el norte, desde donde recorrimos toda la zona Norte, el interior y Este de la isla.

Estuvimos alojados en el coqueto Nueve Pies Surf House, una pequeña casa con varios apartamentos.

Nos encantó su decoración y sobre todo, su ubicación, a las puertas de la Playa de Quintanilla y en una zona muy tranquila.

Justo lo que buscábamos.

La segunda parte del viaje (3 noches) nos alojamos en el sur, en el Grupotel Tres Vidas.

Volvimos a elegir la opción del apartamento pero en este caso ya se trata de una especie de resort con todo tipo de servicios: piscina, restaurantes, miniclub para los peques y la posibilidad del «todo incluido».

Gran Canaria con niños

Las Islas Canarias es posiblemente uno de los destinos más cómodos de España para ir con niños pequeños.

Y es que, como decíamos al principio, su clima templado permite disfrutar de una temperatura primaveral durante todo el año: ni excesivo frio o calor.

Además, como el viaje suele consistir en trayectos y paradas cortas, no se hace tan pesado para ellos.

Os damos una serie de consejos:

  • Sillita del coche: lo primero de todo es consultar si la empresa de alquiler lo proporciona y el importe extra a pagar. Decir que con Cicar es gratis.
  • Crema solar: a pesar de la temperatura suave, no hay que olvidar que estamos bastante al sur y por tanto, el Sol es más peligroso. Por lo que siempre hay que salir con protección solar.
  • Entretenimiento: lo peor de viajar con niños es que se aburran y asi que debemos ser imaginativos para tenerlos motivados. Lo mejor es gamificar las visitas o inventarse historias. Para Alba, Gran Canaria era la isla de los dragones y todo lo relacionábamos con ello. El Roque Nublo era la roca de los dragones; el Bufadero de la Garita era agua expulsada por la nariz del Dragón; o las Dunas de Maspalomas estaban hechas por su cola.
  • Mapa: para ayudar a entretenerlos, conseguidle también un mapa. Veréis como se entretienen.
  • Cuidado con el mar: Gran Canaria está bañada por las aguas del Atlántico y son muy traicioneras. Por tanto, mil ojos en las playas siendo mucho mejor ir a playas cerradas como por ejemplo la de Amadores.
  • Carrito: si vuestro peque aún usa carrito, decir que no vais a tener problema en la isla para usarlo ya que todo es muy accesible. Únicamente recomendamos también llevar una mochila de porteo por si queréis hacer alguna ruta como por ejemplo la del Roque Nublo.

Solo decir que vuestros peques se lo van a pasar genial.

Hasta aquí esta completa guía sobre Gran Canaria.

¡Esperamos que os gusta la isla tanto como a nosotros!

4 comentarios en “25 cosas que ver y hacer en Gran Canaria en una semana

  1. Un blog increible !!! Muchas gracias por compartir vuestro viaje!!!! Un 10 las fotos y los lugares

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    1. Muchas gracias! Es una isla que nos encantó!

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  2. Vamos a Gran Canarias este año.. me han encantado tus propuestas.. pero se podría incluir un día en fuerteventura??? Hay buena continuación en ferry.. ??

    gracias

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    1. Hola!! Muchas gracias. Para Fuerteventura solo un día no lo vemos. Mínimo 2 o 3 días porque el Ferry es una distancia larga. Todo depende del tiempo que dispongáis. Si por ejemplo tenéis una semana, partiría el viaje en dos: la mitad en un isla y la otra mitad en la otra. De hecho nosotros estuvimos una semana en cada una de ellas. Aquí os dejamos el post que hicimos de esa isla. https://elmundoenmicamara.com/2020/08/01/25-cosas-que-ver-y-hacer-en-fuerteventura-en-una-semana/

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