Jaén, la eterna olvidada de Andalucía tiene el topicazo de ser sólo una «tierra de olivos» y total, ¿para qué quiere uno ir a ver olivos?.
Solo hay varios pueblos que se salvan de esa quema, como son por ejemplo Úbeda y Baeza, dos pueblos que no necesitan presentación y que son el motivo de la mayoría de las visitas.
Pero, ¿qué pasa con el resto de la provincia?. Pues qué es una auténtica desconocida para los mayoría de los visitantes.
Gracias al proyecto de A Una Hora De, pudimos poner cara a la otra Jaén recorriendo algunos de estos pueblos «desconocidos» que forman parte de la Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén. La ruta completa comprende un total de 19 castillos y 2 batallas que se reparten por toda la provincia y que ayuda a conocer buena parte de la historia medieval que aquí se fraguó.
Durante un fin de semana recorrimos algunos de estos castillos que son auténticas maravillas arquitectónicas y como dijimos al principio, nos permiten conocer un poco más la historia y cultura de la provincia más desconocida de Andalucía.
¿Te apuntas?
Alojamiento
Nos alojamos en el Hotel HO Ciudad de Jaén, ideal gracias a su ubicación.
Del alojamiento poco malo podemos decir gracias a sus amplias habitaciones;
sus buenas instalaciones;
y un desayuno de diez.
Además, tuvimos la oportunidad de disfrutar de una degustación gastronómica de productos locales en el que no podía faltar el buen aceite. 🙂
¡Riquísimo!
Museo Íbero de Jaén
Ya que nos alojamos en la ciudad de Jaén, un buen punto de inicio de la ruta es visitar el recién estrenado Museo Íbero de Jaén, ubicado en pleno centro de la ciudad.
Se trata de un museo único que engloba hasta 3.500 piezas del pueblo íbero provenientes no solo de la provincia de Jaén, si no del resto de Andalucía y la península.
Esculturas, vasijas, joyas y un largo etcétera permitirán conocer y entender la cultura de un pueblo que ha formado parte de nuestra historia.
Torredonjimeno
La primera parada de la Ruta de Castillos y las Batallas sería en Torredonjimeno, donde tuvimos una visita muy original y divertida gracias a la Asociación Cultural de Vientos del Tiempo.
A lo largo del todo el recorrido por el pueblo se iban sucediendo diferentes escenas que reflejaban la realidad de hasta no hace muchos años.
Así conforme íbamos andando, vimos como un matrimonio y su hijo pequeño no tenían otra opción que emigrar hacia al norte en busca de un futuro mejor;
la clásica escena de todos los veranos cuando toda la familia (equipaje incluido) se metía en un Seat 600 dirección a la playas de Málaga;
o como un mozuelo rondaba la ventana de su amada en busca de un inocente beso que le condicionaría el resto de su vida.
Pero además, también se sucedían escenas que explicaban la historia del pueblo, así pudimos ver al arquitecto de la Iglesia de San Pedro peleándose con sus planos;
al señor ciego cantando juglares junto a su lazarillo;
o una ceremonia visigoda que portaba las replicas de los tesoros de esta civilización, un tesoro que fue encontrado a principios del siglo XX y que hoy día está expuesto en el centro de interpretación del castillo.
Os podemos decir que nos encantó y nos pareció una forma excelente y original de contar la historia y patrimonio de un pueblo.
Alcaudete
La siguiente parada nos lleva al cerro sobre el que se asienta el imponente Castillo de Alcaudete, uno de los más importantes de la ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén.
El castillo perteneció a la Orden de Calatrava a quien el Rey Fernando III encomendó la protección de la frontera occidental del Reino de Jaén frente al Reino Nazarí de Granada a través de sus valientes monjes-guerreros.
Pronto se nos vinieron a la cabeza aquellas batallas entre cristianos y musulmanes en plena reconquista, aunque la verdad, no nos hizo mucho falta la imaginación ya que en el interior se estaba fraguando una lucha de caballeros.
Eran los chicos de la Asociación Calatravos De Alcaudete Amoca que se encargan de recrear escenas de combate medieval haciendo la visita muy interesante.
El castillo es una pasada y está en un excelente estado de conservación al que no le falta detalle.
Además, desde su torre principal se obtiene una excelente panorámica desde la que se pueden ver hasta 4 provincias diferentes.
Por supuesto, no nos podíamos ir de Alcaudete sin probar sus famosas Hojaldrinas Mata.
¡Qué buenas están! 🙂
Alcalá la Real
Tierra de fronteras, llegamos al punto fuerte de la ruta y a la que fue una de las fortalezas más grandes e importantes de todo el Al-Andalus: la Fortaleza de la Mota.
Alcalá significa fortaleza y durante más de 150 años marcó la frontera entre los Reinos de Castilla y de Granada dando lugar a uno de los sistemas defensivos más complejos de la época. Tras ser conquistada por el Rey Alfonso XI, la ciudad pasó a llamarse Alcalá la Real. De hecho, es considerada como la última frontera de la reconquista y tras su caída, se conseguiría la toma de Granada poco tiempo después.
Debido a su posición estratégica y a tantos años de confrontación, Alcalá llegó a ser una importante ciudad islámica con una medina, alcázar y arrabal del que hoy día se conservan numerosos restos. Además, sus habitantes tuvieron que convivir con el otro lado, consiguiendo una gran riqueza cultural gracias al intercambio de ideas, conocimientos y costumbres.
Nosotros tuvimos la suerte de adentrarnos a la fortaleza por uno de los túneles que permitían abastecer de agua al conjunto en los largos periodos en los que estaba sitiado. Se nos hace duro pensar que durante muchos años, había personas que lo único que hacían era subir y bajar los víveres una y otra vez por estos inclinados y maltrechos túneles.
Una vez arriba te espera un gran conjunto arquitectónico que harán las delicias de los amantes de los castillos pudiendo contemplar su Alcázar y la Iglesia Abacial.
Es desde la Torre del Homenaje desde donde se obtienen una vistas preciosas de todo el conjunto con Sierra Nevada como telón de fondo.
Sin duda la Fortaleza de la Mota bien merece una visita tanto para los que le guste la historia como para los que les encanta la arquitectura medieval.
Si queréis saber más sobre esta fortaleza, os dejamos este interesante artículo de National Geographic.
Una vez recorrido toda la fortaleza, nada mejor que reponer fuerzas en buen restaurante como la Hospedería Zacatín.
¡Madre mía cómo comimos!.
Cambil
La siguiente parada de la ruta sería Cambil, un pueblo de la comarca de Sierra Mágina ubicado en medio de dos gigantescos peñascos que sobresalen por encima de sus pequeñas casas.
Al ser de noche sólo pudimos hacer un breve recorrido por sus calles retorcidas e inclinadas que nos dejaron con ganas de más.
En su patrimonio no podían faltar los castillos y en el que a falta de uno, tienen tres:
- el Castillo de Cambil
- el Castillo de Alhabar
- el Castillo de Mata Bejid
Prometemos volver para conocer más a fondo esta población.
Baños de la Encina
Terminamos la ruta con otro de los pueblos que forman parte de la Ruta de los Castillos y las Batallas y para nosotros el más bonito: Baños de la Encina
Recorrer sus callejuelas es una auténtica delicia para los ojos gracias a que se ha conseguido conservar la esencia rural de antaño. Lo que más llama la atención son las fachadas de piedra que dan un aire de pueblo medieval que no se suele ver por estas latitudes y que a nosotros nos encanta.
Cada vez disfrutamos más con estos pueblos que invitan a perderse por cada uno de sus rincones sabiendo que en cada vuelta de la esquina hay un encuadre digno de inmortalizar.
Baños de la Encina es pequeño pero eso no quita que tenga un patrimonio espectacular como la Iglesia de San Mateo o la Ermita del Cristo del Llano.
Pero sin duda, su principal monumento y el motivo de la visita, es el omnipresente Castillo de Burgalimar, uno de los más antiguos de Europa. Se trata de uno de los castillos mejor conservados de todo el Al-Ándalus siendo sus muros de tabiyya la mejor muestra de arquitectura militar andalusí habiendo sufrido muy pocas modificaciones a lo largo de su historia.
De las quince torres que lo conforman, destaca la Torre del Homenaje, la más alta y ancha del castillo, siendo obligado subir para contemplar una panorámica de ensueño. Con la ayuda de un objetivo gran angular conseguimos sacar una panorámica completa del castillo que quedó muy chula.
Gracias a la excavaciones de los últimos años, se han conseguido sacar a la luz buena parte de las estructuras de las viviendas, patios, almacenes e incluso el aljibe que habían en su interior. No muy lejos queda la época en el que no era más que el cementerio del pueblo. Sí, el cementerio…
Con tal espectáculo arquitectónico no es de extrañar que haya llamado la atención del cine, habiendose rodado en su interior películas como El Capitan Trueno o El Santo Grial.
Para ponerle la guinda al pastel, que mejor que comer de maravilla en el Palacete Maria Rosa, un restaurante tranquilo en un ambiente muy pueblerino.
Como podéis ver, en Jaén hay innumerables rincones por descubrir que bien merecen una visita. La Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén es una excusa perfecta para ello y os animamos a que como nosotros, conozcáis el importante patrimonio que se esconde en la provincia «más desconocida de Andalucía».
¡Gracias Jaén!.
Ole ese equipo morado! Genial el post y las fotos como siempre 👏👏
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Grande!! Muchas gracias! La verdad es que echamos un finde muy bueno. Esperemos que se repita. Un abrazo muy grande!.
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maravilloso artículo de un viaje espectacular! Pronto más!!! un abrazo muy fuerte de vuestro mapache granadino
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Ole ese mapache!! ☺️☺️ Muchas gracias y un abrazo muy grande!!
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