Ruta en coche por el Parque Nacional de Triglav: Garganta de Vintgar, Paso de Vršič, río Soča, Motorail y Lago Bohinj

Eslovenia es uno de los países más desconocidos de Europa y en cambio, esconde multitud de rincones naturales que son una maravilla.

Montañas nevadas, ríos de color turquesa, frondosos bosques, preciosas carreteras o lagos cristalinos se reparten por su pequeño territorio, uno de los más pequeños de Europa.

Una buena parte de estos atractivos se encuentran en el único Parque Nacional del país: el Parque Nacional de Triglav (Triglavski Narodni Park).

El parque toma el nombre de la montaña Triglav, símbolo nacional y del que se dice que cualquier esloveno tiene que subir a su cima una vez en la vida.

Incluso está presente en la moneda de euro de Eslovenia.

Hay tanto por hacer y ver aquí que harían falta muchos días para recorrerla y disfrutarla como se merece, pero como siempre ocurre, es el tiempo y no las ganas lo que nos falta.

Nosotros os proponemos una ruta circular en coche de uno o dos días que os llevará por algunos de los rincones más imprescindibles y que así, por lo menos, te lleves alguna idea de lo impresionante que es este rincón de Eslovenia.

Tenemos claro que volveremos para recorrerla de una forma mucha más tranquila y pausada ya que volvimos enamorados de allí.

Antes que nada, comentar que nuestra base de operaciones estaba en Bled, el rincón más famoso del país y que está muy cerca de este Parque Nacional.

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Ahora sí, ¡nos vamos de ruta!:

• 1. Garganta de Vintgar
• 2. Kranjska Gora
• 3. Paso de Vršič
• 4. Valle del río Soča
• 5. Motorail
• 6. Lago Bohinj

1. Garganta de Vintgar

El primer punto de la ruta nos lleva a la Garganta de Vintgar (Blejski Vintgar en esloveno o Gorge Vintgar en inglés), un espectacular desfiladero que el río Radovna ha ido moldeando poco a poco con su precioso caudal color esmeralda.

La garganta, que separa los montes Boršt y Hom, está a rebosar de frondosa vegetación, rocas cubiertas de musgo y paredes verticales que en algunos tramos llegan hasta los 100 metros de altura, creando una sensación de majestuosidad que abruma y asombra a cualquier visitante.

La ruta, si la hacéis bien temprano, no os llevará más de tres horas, aunque será difícil no pararse a hacer fotos.

En esta entrada os contamos todo lo que debéis saber sobre este espectacular lugar:

Garganta de Vintgar: el desfiladero del río color esmeralda

2. Kranjska Gora

La siguiente parada es en el pequeño y pintoresco pueblo de Kranjska Gora, famoso por ser un importante destino de esquí, con las pistas más importantes de Eslovenia a pocos metros del pueblo.

Ubicado a los pies de los Alpes Julianos y casi haciendo frontera con Austria, sus casas son de típica arquitectura alpina invitando a pasear de forma tranquila por sus contadas calles.

Como podéis imaginar, muchas de las tiendas son de ropa de deportes de invierno y la verdad es que tiene que ser una pasada conocerlo en esa estación, con todo nevado y en plena temporada alta.

En cambio, en verano, el pueblo está mucho más tranquilo y por ello es la perfecta base de operaciones para estar unos días recorriendo el Parque Nacional de Triglav.

Y por si faltaran motivos para visitarlo, a las afueras está el lago Jasna, con un agua cristalina que sería un delito si no te metieras en él.

La típica postal de cuento de verano alpino, con la gente relajándose al borde del lago,

los niños jugando en el agua

y la pareja perfecta sentada en el banco.

¡Por tener tiene hasta biblioteca!

Por cierto, al fondo podrás divisar dos moles calizas de más de 2.000 metros del altura: el Razor o el Prisojnik.

Lo que dijimos al principio, volveremos para quedarnos más tiempo y este lugar será uno de ellos.

3. Paso de Vršič

Justo desde el lago Jasna parte la carretera de montaña más espectacular de toda Eslovenia y el principal motivo por el que nos decidimos adentrarnos en el parque.

Se trata del Paso de Vršič, un puerto de montaña de 1.611 metros, el mas alto del país y que une Kranjska Gora con Bovec zigzagueando y atravesando literalmente los Alpes Julianos.

Esta carretera, un paraíso para los ciclistas, pondrá a prueba tu resistencia a los mareos ya que tiene 50 curvas cerradas y señalizadas (24 en el lado de Kranjska Gora y 26 en el lado de Trenta), tramos de hasta 15% de desnivel y unas vistas de vértigo.

El origen de esta carretera se remonta a los años 1915 y 1916, en plena I Guerra Mundial y como necesidad estratégica del ejército austriaco para enfrentarse a las tropas italianas. Para ello, hicieron uso de más de 10.000 prisioneros rusos en unas condiciones de extrema dureza e inhumanas, con los duros inviernos y el peligro de las avalanchas o desprendimientos. Fue una de estas avalanchas la que acabó con la vida de casi 300 prisioneros. Es por ello que a la carretera se le haya puesto Ruska Cesta (carretera de los rusos) en su honor.

Hay que decir que durante el invierno el puerto está completamente cerrado y posiblemente en otras épocas del año puede que también lo esté puntualmente, así que siempre hay que consultar el estado de la carretera.

Pero el Paso Vršič no es solo una carretera y en sus pocos más de 50 km hay unos cuantos puntos de interés que harán bajarte sí o sí del coche.

Capilla Rusa

La Ruska Kapelica será la primera parada y como podéis imaginar, fue construida para homenajear a los soldados rusos que murieron o sufrieron durante la construcción de la carretera.

Ascendiendo por unas escaleras de madera incrustadas en la tierra y casi escondida en medio del bosque, llegamos a la capilla, de estilo ortodoxo y estructura de madera.

Justo al lado hay una pequeña pirámide de piedra rodeada de ofrendas florales y bajo la que se encuentran los restos de los fallecidos.

Mirador Monte Prisani

Seguimos la sinuosa carretera y tras pasar la curva número 16, llegamos a uno de los mejores miradores de todo el recorrido y uno de los pocos puntos con algo de amplitud.

Es parada obligatoria ya que desde aquí contemplarás perfectamente algunas de las montañas más importantes de los Alpes Julianos entre ellas el Monte Prisani (Prisojnik en esloveno o Prisank en inglés) con 2.547 metros de altura.

Una postal de cuento, primero con los frondosos árboles y detrás, las moles calizas que harán que te quedes con la boca abierta.

Y como siempre, esos detalles que completan la postal perfecta, en esta ocasión una lindas vaquitas pastando en la zona casi más fotografiadas que las propias montañas.

El Prisank, además de ser uno de los puntos más importantes de escalada del país, es conocido por dos curiosas formaciones. La primera es muy fácil de ver y es su espectacular ojo llamado Front Window (Prednje okno) que nos mira tal y como si fuera un cíclope.

Tiene que ser algo brutal ascender hasta allí y observar todo el Paso de Vršič desde este descomunal ojo.

La siguiente formación es mucho más complicada de encontrar y es la conocida Pagan Girl (Ajdovska deklica), una caprichosa cara fruto de la erosión y el paso del tiempo. Como suele ocurrir con estas formaciones, su origen se achaca a historias y leyendas de seres místicos.

Si no lo encuentras no te preocupes, en el cartel informativo tienes todas las pistas para encontrarlo.

¡A nosotros no encantó este mirador!

Puerto de Vršič

Tras pasar la curva 24 llegamos al punto más alto de la carretera, a los 1.611 metros de altura.

Sabrás que has llegado nada más ver el parking y la gran afluencia de gente que suele haber, ya que desde aquí parten varias rutas senderistas y se acceden a muchos puntos de escalada.

Nos llamó mucho la atención las señales de precaución de las ovejas y efectivamente, están por todos lados incluso en medio de los coches del parking.

Importante saber que el transporte público también llega hasta aquí, por si no dispones de vehículo propio.

Hay varios bares para tomarse o picar algo mientras se disfruta de las bonitas vistas, aunque nuestros planes eran otros.

Picnic con vistas

Como arriba había mucha gente, seguimos un poco más adelante, ya en plena bajada y tras pasar la curva 28 y un tramo sin curvas, dimos con el sitio ideal para comer.

Un mirador para nosotros solos.

Allí fue donde montamos nuestro propio picnic con unas de las mejores vistas del recorrido.

Y ojo, la siesta que nos pegamos a la fresquita no tenía nombre. 🙂

¡Qué más se le podía pedir a la vida!

4. Valle del río Soča

Nos subimos de nuevo al coche para seguir bajando hasta Bovec y adentrarnos en el fabuloso valle del río Soča, el río más famoso e icónico de Eslovenia por culpa de su color turquesa y su accidentado caudal que enamora a los amantes del rafting.

Nada más pasar la curva número 49, nos cruzaremos por primera vez con el río, aun bajo de caudal ya que su nacimiento está muy cerca de aquí. Esto es algo que nosotros no sabíamos y que de saberlo, nos hubiésemos desviado para verlo.

Como dijimos al principio, en esta ruta de uno o dos días no nos da para hacer algunas de las actividades estrellas de esta zona, como el rafting, así que hay que conformarse con una breve parada en algunos de los puntos que hay a lo largo de la carretera.

En el que nos paramos nosotros había un pintoresco puente de madera y aunque era una de las partes en el río apenas lleva caudal, nos reconfortó que al menos pudiésemos meter los pies en él.

En ese momento tuvimos de nuevo la sensación que era muy poco el tiempo el que le estábamos dedicando a la zona y que volveríamos otra vez.

5. Motorail

Tanta prisa por moverse tenía un único motivo, poder coger el último motorail del día.

¿Cómo, motorail?

¿Qué eso?

Pues es un tren en el que los pasajeros el lugar de ir en vagones van en su propio coche tal y como si fuera un parque de atracciones.

Era algo que queríamos experimentar sí o sí, aunque también había otra razón de peso, recorrer en menos de 45 minutos un trayecto que en carretera serían unas 3 horas, las que hay desde el valle del río Soča hasta el lago Bohinj, nuestra última parada.

Este menor tiempo de recorrido no es porque el tren vaya embalado, sino más bien porque atraviesa literalmente las montañas a través de largos túneles como por ejemplo el de Bohinj, el más largo de Eslovenia con 6.327 metros.

Os podéis imaginar lo a gusto que íbamos en nuestro coche con los pies en el salpicadero y disfrutando del paisaje.

Estos trenes solo recorren varios pueblos: Bohinjska Bistrica, Podbrdo, Most na Soči y Nova Gorica.

La línea más frecuente (y turística) es la que va desde Most na Soči a Bohinjska Bistrica (y viceversa), justo la que hicimos nosotros.

¿Qué horarios tiene el motorail?

El horario es muy importante y no solo para saber que paradas hace el tren, sino también para no quedarnos en tierra ya que es muy limitado.

¿Cuánto cuesta el ticket?

El precio depende del trayecto y del tipo de vehículo que llevemos.

Para la ruta Most na Soči hasta Bohinjska Bistrica:

• Si vas en un coche o una moto (e incluso bicicleta) 14€ el vehículo + conductor y 2,58€ por cada ocupante del vehículo.
• Si vas en una autocaravana o llevas caravana o tu vehículo supera los 5 metros de largo: 20,60€ + 2,58€ por cada ocupante.

Importante: debes llegar al menos 15 minutos antes del embarque y ya una vez que estés en la fila de coches, vendrá el operario ferroviario para que le pagues el precio del billete.

Así de sencillo.

¿Merece la pena?

Sí y no solo por el tiempo que te ahorras.

¡Es una experiencia única!

Más información en www.slo-zeleznice.si

6. Lago Bohinj

El tren nos deja a las puertas de uno de los rincones más bonitos del país: el lago Bohinj.

De origen glaciar y encajonado entre montañas, es el más grande de Eslovenia y mucho menos turístico que el de su vecino Bled.

Llegamos al atardecer pero eso no fue un inconveniente para darnos un buen chapuzón.

Si bien el agua estaba algo fresquita, a nosotros nos sentó de maravilla después de todo el largo día en el coche.

Hay que decir que el lago está ubicado en un entorno bastante salvaje sin apenas edificaciones en las orillas, salvo alguna que otra cabaña o camping.

La única edificación que se salta la norma es la pintoresca Iglesia de San Marco, del siglo XV y que pone el broche de oro a la panorámica perfecta.

Son muchas las cosas que se pueden hacer aquí, como subir en teleférico hasta Vogel para obtener unas vistas impresionantes del lago o visitar la Cascada Savica, pero como hemos dicho una y otra vez a lo largo de todo el post, volveremos para hacerlo más tranquilo.

Y es que como podéis ver, este territorio es completísimo, lleno de espectaculares rincones para perderse días y días sin aburrirse ni un sólo segundo.

Todo esto nos rondaba en la cabeza mientras volvíamos a nuestro alojamiento de Bled sabiendo que habíamos descubierto unos de los rincones más especiales que hayamos visitado.

Ojalá os guste tanto como nosotros.

Información Práctica

Mapa

El siguiente mapa muestra todo el recorrido que hicimos:

¿Cómo moverse en el Parque Nacional de Triglav?

Hay varias opciones:

• En coche: es la opción más recomendada y casi indispensable para recorrer esta zona. Lo mejor es alquilar un coche e ir a tu ritmo parándote en los lugares que quieras o haciendo tu propia ruta. Sinceramente no me veo recorriendo esta zona de otra forma.
• Transporte Público: obviamente, no todo el mundo tiene la posibilidad de conducir un coche, así que puedes investigar un poco las opciones que hay, como por ejemplo el bus que conecta Kranjska Gora con el puerto de Vršič. También hay líneas que conectan Liubliana con el parque nacional o autobuses del tipo «hop-on hop-off» que van desde Bohinj al parque. En este enlace hay bastante información al respecto, aunque es antiguo así que lo mejor es preguntar directamente a la entidad turismo oficial para conseguir las rutas actualizadas.
• Excursión organizada: si no puedes disponer de coche y tienes poco tiempo, esta es sin duda tu mejor opción. Por ejemplo, esta excursión con salida desde Liubliana que te llevará a algunos de los puntos que hemos recorrido anteriormente, como son el paso de Vršič o el valle del río Soča.

¿Dónde alojarse?

En un territorio tan extenso, las opciones de alojamiento son casi infinitas, con hoteles y hostels en los pequeños pueblos, refugios de montaña o campings repartidos en enclaves preciosos.

Nuestra recomendaciones de alojamiento son:

• • Bled: fue aquí donde nos alojamos, en el Garden House Bled del que sinceramente volvimos encantados.

• • Kranjska Gora: otra opción muy recomendable por la cantidad de hoteles que hay en este pequeño pueblo y por la cercanía al parque. Desde este enlace puedes reservar en cualquiera de los alojamientos del pueblo.

No obstante, cualquier otro lugar de la zona es recomendable.

Más información sobre el Parque Nacional de Triglav en www.slovenia.info.