Nueva York tiene mil caras, algo que podrás ir descubriendo conforme vayas recorriendo cada uno de sus boroughs (distritos) y barrios. Manhattan no se queda atrás y fiel reflejo de esta variedad, tanto cultural como arquitectónica, la encontrarás en esta zona de Lower Manhattan, entre el Distrito Financiero y Midtown.
Estamos hablando de los barrios de Chinatown, Little Italy, SoHo, NoLIta, TriBeCa y unos cuantos más.
Ya que es imposible recorrerlos todos en un día, os proponemos un paseo por los tres barrios más conocidos (y turísticos) de esta zona, para después terminar el día cruzando el Brooklyn Bridge.
Vamos, ¡no nos puedes decir que pinta mal el plan!.
¿Estás preparado para manchar tus zapatillas de asfalto neoyorkino?

Chinatown
Empezamos por el más conocido y por supuesto, el más sucio, caótico y laberíntico; pero a su vez, el más pintoresco y personalmente, el que más nos gustó.
¿Cuál es el límite del barrio?
Imposible saberlo, ya que conforme pasan los años, Chinatown se va expandiendo y va absorbiendo cada vez más calles de sus barrios colindantes, como por ejemplo, Little Italy o NoLIta.
Una buena forma de saber si has llegado al auténtico barrio, es fijándote en los letreros de las calles. Si están traducidas en chino, has llegado.

Su aspecto es inconfundible, con sus cientos de tiendas que se suceden una tras otras sin apenas poder diferenciarlas,

la jungla de letreros en chino,
las típicas escaleras de incendio,
los puestos de comida, los restaurantes e incluso podrás encontrar tiendas de antigüedades.

¿Quien sabe?, a lo mejor encuentras a otro Gizmo. 🙂
Sí, es una mezcla de todo y, como dije anteriormente, caótico. Pero no te dejes engañar, aquí todo funciona a la perfección y tal vez los únicos perdidos somos nosotros, los turistas. Será imposible que no te intenten vender alguna falsificación (perfumes, bolsos, relojes, etc) invitándote a entrar a la trastienda de sus negocios. Si te interesa algo y te animas a comprar alguna falsificación, ya sabes, regatea.

No obstante, nosotros no venimos aquí para comprar, si no más bien para empaparnos de su ambiente.


Para ello, dirígete a sus arterias principales: Canal St y Mott St. Precisamente en Mott St fue donde se originó el barrio a mediados del año 1870, aunque fue Ah Ken, en 1858, el primer chino en asentarse en la zona. Hoy día se estima que en el barrio residen unos 200.000 habitantes, aunque vete a saber cuál es la cifra exacta.

Volviendo al presente, seguimos paseando por Mott St para quedarnos boquiabertos con los cientos de tiendas que hacen de mercado, apilando en cada una de las aceras las cosas más extrañas que te puedas imaginar. Pescados y mariscos que se retuercen en los canastos, animales varios secados y apilados en cajas, verduras, frutas, especias, caramelos, etc.






100% Chinatown.
Dirígete un poco más al Sur bajando por Bowery St para llegar al Confucius Plaza, la zona residencial mas grande del barrio. Allí, el famoso pensador chino, tiene un estatua en su memoria.
Justo enfrente tendrás Doyers St, antiguamente conocida como Bloody Alley (Callejón Sangriento) ya que era donde casi siempre los tongs se tendían las emboscadas.
Los tongs eran como una especie de asociación que «protegían» a los miembros del barrio, pero que a su vez estaban muy ligados a las mafias. On Leong y Hip Sing fueron los más importantes y por supuesto, tenían una gran rivalidad, siendo los enfrentamientos más que frecuentes. Tampoco se quedaban atrás las pandillas callejeras, como los Ghost Shadows o Flying Dragons, que hasta los años 80 seguían dando guerra.

Con tanto ajetreo, no es de extrañar que Doyers St tenga el «honor» de ser la calle con más muertes violentas de todo E.E.U.U. Está claro que a lo largo de la historia del barrio, adentrarse en él no era muy recomendable, siendo incluso considerado en el siglo XIX, como el más peligroso de Nueva York. Si queréis haceros una idea de como era en esa época, en “Gangs of New York” se retrata Five Points, donde actualmente está el Columbus Park. Five Points era la antigua intersección de 5 calles en las que se levantaron los primeros tenements de Nueva York, edificios en los que se asentaron los inmigrantes que llegaban en busca del «sueño americano».
Justo al lado de Doyers St, está Pell St, también conocida con «haircut street» por la cantidad de peluqueros y barberías.

¿Te atreves a cortarte el pelo?

Para terminar nuestro paseo por Chinatown, os proponemos visitar el Eastern States Buddish Temple (en la calle Mott St nº 64). No te dejes engañar por su aspecto de tienda corriente, dentro podrás hacer una ofrenda a los más de cien budas a los que los propios residentes del barrio vienen a hacerles ofrendas.




¡Hasta está ambientado con música oriental!
Así pues, no te cortes y haz tu ofrenda para adivinar que es lo que tiene guardado el destino para ti.

Por supuesto, Chinatown tiene muchos más rincones por descubrir como el pintoresco Mahayana Buddish Temple; el Columbus Park con sus ancianos jugando la Manhjong o practicando Tai Chi y decenas de rincones más que te animo a conocer.


Little Italy
Cuando vayas paseando por Chinatown, es seguro que te adentres sin quererlo en el conocido barrio de Little Italy. Y también es posible que te decepcione.

Es normal, Little Italy ha quedado reducido literalmente a una sola calle, Mullberry St, siendo el resto de calles absorbidas por el barrio chino. Pocos italianos quedan aquí, siendo posiblemente el lugar de Nueva York con menos italianos, los cuales hace ya bastante tiempo se instalaron en otras zonas, como por ejemplo, Nueva Jersey.
Sí, Little Italy se alimenta del turismo, por ello lo único que encontrarás son pizzerías, pastelerías y restaurantes de renombre.

Pero oye, si lo intentas, podrás imaginarte al Vito Corleone haciendo sus trapicheos en la puerta de su negocio de importación de aceite oliva o pensar, como en el siglo pasado, los miembros de la Cosa Nostra se cosían a balazos mientras sorbían los spaguettis.

No lo voy a negar, me encanta el cine ambientado en la mafia y obviamente Little Italy, nos hace adentrarnos en esos escenarios.
Como dije antes, poco hay que hacer aquí, tan solo probar los cannolis de Ferrara Bakery o visitar la Pizzería Lombardi’s, la primera de Estados Unidos.

Y por supuesto, si visitas la ciudad en Septiembre, no te puedes perder la Fiesta de San Gennaro, en la que durante 10 días sacan de procesión a la imagen y la calle se llena de puestos comida, música y gente bailando.
SoHo
Ponemos rumbo un poco más al oeste para llegar al que fue el barrio bohemio de la ciudad, el SoHo (acrónimo de South of Houston), ubicado entre Canal St, Houston St, West Broadway y Lafayette St.

Durante los años 60 y 70, se convirtió en el hogar de los artistas gracias al aprovechamiento de las decenas de antiguas fábricas, disponiendo de alojamientos baratos y muy espaciosos, perfectos para montar sus propias galerías, estudios y lofts.
El barrio se rejuveneció rápidamente convirtiéndose en el epicentro cultural de la ciudad, pero pronto atrajo el interés, como no, de los especuladores y los alquileres empezaron a subir como la espuma. Los artistas no tuvieron más remedio que marcharse a otras zonas, como por ejemplo TriBeCa o más recientemente, a la zona de Chelsea, donde está ubicado el High Line Park.

Así pues, el barrio pasó de ser bohemio a «chic» y se llenó, tal y como dicen los neoyorquinos, de «yuppies». Con ellos llegaron las boutiques, tiendas de lujo, locales de fiesta, etc; pero las galerías de arte, anticuarios y tiendas de ropa vintage, se quedaron.



Por ello, pasear por el SoHo es adentrarte en un barrio con una mezcla de estilos, en el que los hipsters, alternativos, modernos y los no tan modernos, tienen su lugar. Pero cuidado con la tarjeta de crédito, porque hay demasiadas tiendas chulas y seguro que el dinero no te sobra… 😦

Nosotros miramos muchas tiendas, pero poco compramos. Eso sí, encontramos una tiendas de collares para perros que fue imposible resistirnos, así que le compramos el collar más molón que uno puede encontrar a nuestra pequeña Bianca 🙂 🐾.

¿Chulo, ehh?
Pero nosotros no sólo vistamos el SoHo para ver tiendas, sino más bien para contemplar otra de las características del barrio: sus fachadas de hierro fundido.

Fue a mediados del siglo XIX cuando se empezó a utilizar el hierro fundido como material de construcción y fue aquí donde más se utilizó, consiguiendo autenticas maravillas arquitectónicas.
Nosotros, siguiendo las indicaciones de nuestra guía National Geographic, pudimos contemplar los más espectaculares de los que se han conservado. Un paseo por todo el SoHo, en el que íbamos descubriendo estos fabulosos edificios anclados en el tiempo.
Greene St. es sin duda la calle con más número de edificios de este tipo, en el que hasta diez de ellos se presentan de forma ininterrumpida, destacando los edificios Queen y King of Greene St.
Para contemplar el más antiguo de este tipo, ve al 488 de Broadway, donde se ubica el Haughwout Building. Además tienen el honor de ser el primero de la ciudad en contar con un ascensor público.

Como puedes ver, el paseo es muy recomendable, además de adentrarte por todos los rincones del barrio.

No obstante, en la web www.nyc-architecture.com, podrás conocer y ubicar los edificios más conocidos.
Brooklyn Bridge
Para terminar y aprovechando que queda cerca de Chinatown, ponemos rumbo a uno de los «must» de Nueva York: cruzar a pie (o en bicicleta) el Brooklyn Bridge.

El puente más famoso de la ciudad es todo un símbolo, compitiendo con el Empire State y la Estatua de la Libertad por el título de monumento más importante.

Hay que decir que cuando se construyó en 1883, el puente se convirtió en todo un hito de la ingeniería (siendo el primero de este tipo en utilizarse acero), además de ser durante 20 años el puente colgante más largo del mundo. Eso sí, durante su construcción, el puente se llevó por delante 20 vidas, por culpa de las miserables y peligrosas condiciones en las que trabajaban los inmigrantes.
Lo que sí está claro, es que el puente se construyó muy bien y por suerte ahí sigue en pie para que los turistas como nosotros disfrutemos de unos de los paseos más agradables que se pueden hacer en Nueva York.

Sin duda, una de las mejores experiencias por hacer en Nueva York.
Además, te animo a que lo hagas en las últimas horas de la tarde, justo cuando el color bronce del puente se vuelve hipnótico.


¡La cámara echará humo con tantas fotos!
Eso sí, no tardes mucho ni esperes a que se ponga el sol, ya que al otro lado del puente te espera Brooklyn Bridge Park con una de las mejores vistas de la ciudad. Pero esto ya forma parte de otra entrada, a la que te animo a descubrir:
Las 10 mejores vistas de Nueva York
Esperamos que disfrutes tanto como nosotros de este paseo por una de las zonas que más nos gusta de Nueva York.
Y por supuesto, si os perdéis, no os preocupéis: ¡forma parte de la aventura!

Me repito, tus fotos son ESPECTACULARES. Me han venido cantidad de recuerdos leyéndote y viendo las fotos y ya me han entrado unas ganas inmensas de que llegue junio para volver a pisar esas calles 😀
¡Besotes!
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¡Vaya! Muchas gracias!!! ☺️☺️ ¡Qué guay! Nueva York en Junio tiene que estar preciosa, con todo el ambiente en la calle!! 😍😍
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